NOTICIAS / Bienestar y Salud Mental

Hablemos de Todo: miradas sobre un espacio de conversación para promover el bienestar y la salud mental

Liliana Loyola, coordinadora nacional del programa, expone los beneficios de la iniciativa y algunas conclusiones sobre su implementación.

Como parte de las acciones para promover el bienestar de la población, estamos presenciando una consolidación de canales de información y apoyo en línea en diversos sectores. Dentro de este panorama, el Chat Psicosocial Hablemos de Todo, creado por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), se destaca como una plataforma de orientación psicosocial para las juventudes. 

Intentamos ser esa primera acogida, un espacio seguro y de confianza para conversar sobre situaciones, emociones o relaciones interpersonales que abruman, cuando las personas jóvenes no tienen con quien hacerlo. 

Actualmente, en su quinto año de ejecución, este programa representa una singularidad en la oferta pública del Estado de Chile al ser la única plataforma virtual de chat disponible, enfocada en proporcionar orientación sobre temas relacionados con el bienestar y el autocuidado, exclusivamente a jóvenes entre 15 y 29 años.

afiche hablemos de todo

En este sentido, resulta fundamental analizar los datos obtenidos desde la implementación de esta plataforma para comprender mejor su impacto, áreas de mejora y conocer sobre quiénes consultan y qué temas son los más abordados con el equipo de profesionales que atienden el chat.

Los datos recopilados en nuestro Estudio Descriptivo de la Plataforma del Chat Psicosocial revelan que hemos tenido más de 17 mil interacciones con las y los jóvenes, pero reconocemos que no todas se han traducido en atenciones. El 60% de las interacciones se clasificaron como atenciones efectivas, es decir, que duren más de 10 minutos y contengan una consulta resuelta, lo que destaca la importancia de promover y difundir nuestra plataforma en nuevos espacios. Por eso es alentador ver que instituciones como la Universidad de Chile nos den la oportunidad de llegar a más personas jóvenes.

En un contexto donde casi la mitad de los jóvenes chilenos consideran poco viable costear consultas médicas o tratamientos psicológicos, según datos entregados por la 10ma Encuesta Nacional de Juventudes (2022), se evidencia la necesidad apremiante de ampliar el acceso a servicios de salud mental, entregar información basada en evidencia y una primera orientación o contención emocional.

La gratuidad y confidencialidad de nuestro servicio apunta en esa línea y es crucial para garantizar que las y los jóvenes puedan acceder a la ayuda que necesitan sin preocupaciones financieras adicionales, es por esta razón que un tercio reingresa al chat en busca de más apoyo. 

En cuanto a equidad e inclusión, es preocupante la disparidad de género en el uso de nuestra plataforma de chat psicosocial. Aproximadamente 3 de cada 4 atenciones efectivas son de personas que se identifican con el género femenino. Dicha discrepancia refleja las diferencias en la percepción de la salud integral entre hombres y mujeres, que en parte se explica debido a modelos culturales hegemónicos. 

Estos mandatos sociales pueden llegar a generar consecuencias negativas para las personas que se identifican con el género masculino, expresado en problemas como depresión, ansiedad, adicciones o suicidio. Por ello, es importante abordar las masculinidades, desde una perspectiva crítica y transformadora, que promueva el autocuidado, la expresión emocional, el respeto a la diversidad y la equidad de género (UNFPA, 2021).

Además, creemos que es fundamental reconocer y abordar las necesidades específicas de las personas que se identifican con otros géneros. Este grupo consulta con mayor frecuencia por problemas como la ideación suicida, problemas de autoestima y autolesiones. Esta realidad subraya la importancia de proporcionar un entorno de apoyo seguro y comprensivo para las minorías discriminadas, como la población LGBTQ+. Es responsabilidad de todas y todos trabajar para crear un espacio donde todas las personas se sientan aceptadas y apoyadas en su búsqueda de bienestar mental y emocional.

Llamada de ayuda para jovenes

Un espacio seguro para abordar Inquietudes

En cuanto a las principales áreas de consulta, la salud mental ocupa el primer lugar de las conversaciones con un 58% de las atenciones realizadas en el periodo analizado. En tanto, la ansiedad, los cambios de ánimo y la ideación suicida también son una de las principales consultas respecto a salud mental. Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar aspectos tanto individuales como sociales del bienestar para promover la salud mental entre las y los jóvenes.

La segunda tipificación que recibió mayor atención en el Chat Psicosocial Hablemos de Todo fue la de Relaciones Interpersonales, representado un 15,9% de las atenciones totales. Estas relaciones, establecidas entre dos o más personas, juegan un papel fundamental en la salud mental, pudiendo tener un impacto positivo o negativo en los individuos involucrados, puesto que, las relaciones interpersonales tienen un gran impacto en la vida de las personas y determinan gran parte de nuestro desarrollo.

Dentro de esta categoría, los conflictos familiares fueron uno de los temas más consultados por las y los jóvenes que utilizaron el chat. Estos conflictos, caracterizados por la percepción de incompatibilidad entre dos o más partes, reflejan la complejidad de las relaciones familiares y la necesidad de apoyo para abordar situaciones conflictivas. La tercera tipificación primaria más frecuente fue la de Salud Sexual, que representó el 11% del total de atenciones efectivas durante el período de ejecución del programa.

Es interesante destacar que el tramo de edad de 20 a 24 años fue el más activo en consultar sobre esta temática en el chat de Hablemos de Todo, mismo tramo etario de la comunidad estudiante de esta casa de estudio.  Sin embargo, es importante tener en cuenta que, según la Décima Encuesta Nacional de Juventudes, la edad promedio de inicio sexual en jóvenes es de 16 años. Esta discrepancia entre la edad promedio de inicio sexual y el grupo de edad más activo en el chat sugiere la necesidad de una mayor educación sexual temprana y acceso a información sobre salud sexual y reproductiva.

Dentro de la dimensión de Salud Sexual, se identifican tres subdimensiones: sexoafectividad, práctica sexual segura y salud menstrual. La sexoafectividad, que abarca casi el 97% de las consultas, refleja la importancia de la educación sobre relaciones afectivas y sexuales saludables. Por otro lado, la práctica sexual segura representa solo el 3% de los motivos de consulta, lo que podría indicar una necesidad de mayor conciencia sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. 

La inclusión de la Salud Menstrual como una tipificación adicional en el período actual de la plataforma chat, destaca la importancia de abordar las necesidades específicas de salud de las mujeres jóvenes y proporcionar información accesible sobre salud menstrual y bienestar.

El análisis de los datos del Chat Psicosocial Hablemos de Todo ofrece valiosas perspectivas sobre la salud mental y el bienestar de la juventud chilena. Sin embargo, también revela áreas de mejora, como la necesidad de ampliar el acceso a servicios de salud mental y de calidad, abordar las desigualdades de género y proporcionar un apoyo adecuado a las minorías discriminadas. Estos hallazgos deben informar políticas y programas que promuevan la equidad de género, la inclusión digital y el acceso igualitario a servicios de salud. 

Invitamos a toda la comunidad de estudiantes a aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen las plataformas en línea para apoyar la salud mental y el bienestar de las juventudes ingresando a Hablemos de Todo.


“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • INJUV (2023) Estudio descriptivo del chat Hablemos de Todo: Informe avance 2020-2022 
  • INJUV (2022). Décima Encuesta Nacional de Juventudes. Santiago, Chile: Instituto Nacional de la Juventud. 
  • Fondo de Población de Naciones Unidas – UNFPA (2021). Juntando saberes Masculinidades y Salud. Buenos Aires, Argentina: Fondo de Población de Naciones Unidas. 

Autor/a

Liliana Loyola Apablaza

Coordinadora Nacional Programa Hablemos de Todo del INJUV

Bienestar y Salud Mental

Terapia grupal: una opción para el cambio terapéutico

Te invitamos a leer esta revisión de los aspectos históricos y propiedades básicas de la terapia grupal, su finalidad y función.

Aspectos históricos de la psicoterapia grupal

Los primeros pasos hacia la terapia grupal fueron realizados por el médico Joseph Pratt, quien en 1905 comenzó a hacer actividades planificadas bajo su guía profesional. El profesional realizaba sesiones de lectura con pacientes tuberculosos de bajos recursos económicos, los cuales no podían recibir tratamiento hospitalario. En ocasiones les dejaba tareas específicas para las siguientes sesiones y, al ver las mejoras psicológicas en ellos, comenzó a extenderlo a pacientes diabéticos y neuróticos. 

A inicios de la década de los 30’ toma relevancia el influjo del psicoanálisis y la asociación libre como el tratamiento ideal para problemas psicológicos. El alto costo de la terapia psicoanalítica propulsó a que se crearan grupos en donde se pudieran conseguir resultados similares, confluyendo así la asociación libre y las reuniones grupales, siendo la primera versión de lo que se entendería como terapia de grupo. 

Es así como más adelante se va consolidando la influencia de la dinámica de grupo, donde personajes relevantes del mundo psicoanalítico comienzan a dar mayor protagonismo a lo grupal (la influencia del psicoanálisis en la psicología social conlleva, por ejemplo, al surgimiento de los grupos operativos, modalidad utilizada en las sesiones grupales llevadas a cabo en SEMDA), bajo la premisa de que “es el grupo como totalidad el que cura, no la mera relación transferencial con varias personas a la vez” (Lopez-Yarto, 2002, p.5).

Uno de los que toma fuerza en este momento es el psicólogo Kurt Lewin, de formación gestáltica, corriente que considera mayor relevancia a la totalidad que a la suma de sus partes, por ende, instaura la idea de poner mayor atención al tema en común que trae el grupo, que a la sintomatología individual de cada uno de los miembros. 

Más adelante toma peso la corriente existencial, que pone énfasis en el encuentro genuino entre los miembros del grupo como factor sanador. Se considera que se puede hablar de éxito cuando todos los participantes puedan vivenciar experiencias intensas y catárticas en el ambiente facilitador del grupo.

Propiedades de los grupos

  • Los grupos poseen una estructura formal: En el caso particular de las terapias grupales que se realizan en la Dirección de Salud Estudiantil, los grupos se conforman por los integrantes que se inscriben libremente en cada ciclo (10 estudiantes máximo) y uno o dos psicólogos a cargo del espacio. En aquellos grupos con presencia de dos psicólogos, uno cumple el rol de moderador, guiando la sesión y propiciando que las y los participantes puedan trabajar y dialogar. Por su parte, el otro psicólogo cumple el rol de observador, encargándose de dejar registro de momentos significativos de la sesión para poder dialogar en los últimos minutos acerca de ellos. En el caso de grupos con un sólo psicólogo a cargo, éste se encarga de cumplir ambos roles.

  • Dentro de los grupos se da el fenómeno de cohesión: Tiene que ver con una sensación de sentido de pertenencia, de sentir que hay algo en común que une a los participantes.

  • En ocasiones pueden surgir conflictos grupales o rechazo hacia ciertas personas del grupo: Es normal que esto suceda, lo importante es trabajar la forma de solucionar esos conflictos para así obtener resultados positivos e incluso mejorar la cohesión y confianza entre los mismos.

  • Cada uno de los miembros del grupo cumple un rol o conjunto de aspectos que se manifiestan en la personalidad y actitudes del individuo: Algunos tendrán la confianza para hablar más, proponer temas para dialogar, manifestar cuando no están de acuerdo con algo, etc., mientras que otros pueden sentirse más cómodos escuchando, tomando la palabra en situaciones específicas o esperar a que le pidan la palabra. 

Factores terapéuticos en la terapia grupal

Yalom (2000) plantea que el cambio terapéutico se da a través de una serie de importantes intercambios de experiencias humanas, denominadas factores terapéuticos. Algunos de ellos a destacar son: 

  • En la terapia grupal se debe infundir esperanza y reforzar las expectativas del inicio, siendo esto de por sí efectivo en términos terapéuticos.

  • El fenómeno de la universalidad: Las personas suelen ingresar a terapia con la sensación de que son los únicos en su desdicha, pensando que ellos/ellas son el problema. Las primeras etapas de grupo suelen ser útiles para desmentir esa creencia y darse cuenta de que otras personas viven experiencias parecidas, permitiendo así una fuente de alivio al malestar. 

  • El altruismo está presente, es decir, el poder ayudar a otros/as de manera desinteresada, siendo los pacientes útiles entre sí para el cambio terapéutico. 

  • Es un espacio que sirve para desarrollar técnicas de socialización: La interacción con otros/otras participantes, permite tomar consciencia de ciertos aspectos comunicacionales que más adelante se pueden replicar fuera del espacio terapéutico. 

  • La catarsis, siempre que se da vinculada a otros factores, es necesaria para un buen resultado. Los momentos en que se toma consciencia de aspectos importantes en conjunto, son cruciales para percibir un cambio interno.

  • La cohesión del grupo: Es fundamental para generar mayor confianza con el resto de los participantes y no sentirse solo/sola durante el proceso.

  • El aprendizaje intra e interpersonal durante y al finalizar el grupo.

Si bien el espacio grupal de terapia se ha llevado a cabo desde hace ya tiempo atrás, suele ser una opción desconocida y poco común de acceder en la cotidianeidad. La propia experiencia dentro de las terapias grupales en la DSE nos ha hecho visibilizar que los/las estudiantes llegan a este espacio con muchas dudas respecto a qué encontrarán en él y de qué manera les puede servir.

La terapia grupal y sus distintas modalidades, pueden ser un espacio novedoso, dinámico y acogedor para una gran mayoría de personas. Es por esto que nos parece relevante compartir los aspectos básicos ya mencionados y, de esta forma acercar a los/las estudiantes a esta posibilidad de abordaje terapéutico.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Davanzo, H. (2012). “Psicoterapia analítica de grupo en Chile: Una perspectiva histórica”. En Morales, G.; Ortúzar, B. y Thumala, E. (2012). Psicoterapia psicoanalítica de grupos y vínculos. Santiago: Orjkh Editores. Sadock, B.J. & Kaplan,H. (1996). Terapia de grupo. Madrid: Panamericana.
  • González, Mª.P., Barrull, E. (1997). “Orígenes y evolución de la teoría de grupos”. Madrid: Síntesis
  • López-Yarto, L. (2002). “Terapia de grupo o terapia en grupo.”  Aperturas psicoanalíticas, Revista Internacional de psicoanálisis. Nº010.
  • Yalom, I. (2000). “Psicoterapia Existencial y Terapia de Grupo”. Madrid, Paidós.

Autor/a

Carlos Banse Toledo

Psicólogo clínico DSE

NOTICIAS / Bienestar y Salud Mental

La confianza en la terapia de grupo

Maximiliano Muro, psicólogo clínico de la DSE, reflexiona sobre el modelo terapéutico grupal.

Las terapias grupales son un dispositivo de atención psicológica que hemos instaurado desde el año 2018 en la Dirección de Salud Estudiantil (DSE). Este modelo terapéutico surge como una alternativa a la psicoterapia individual, ayudando a aumentar y diversificar la oferta psicológica ante un aumento en la demanda de salud mental por parte de los estudiantes, dónde los problemas psicológicos se hicieron más patentes producto de las condiciones de encierro que propició el virus Covid-19. 

Buscando un nuevo espacio que permitiera llegar a un número mayor de estudiantes, comenzamos a ofrecer un modelo terapéutico basado en una atención de una hora y treinta minutos, en dónde un grupo heterogéneo de estudiantes pudiera sentarse a hablar y pensar conjuntamente el malestar que los lleva a consultar en el servicio de salud mental que ofrece la universidad.

Si bien este modelo tiene la ventaja de ser un espacio de atención psicológica en donde el proceso se hace en compañía de otros, con perspectivas muy diversas y, por ende, modos de resolver conflictos bastante variados, tiene un problema práctico muy interesante de resaltar: ¿Cómo podemos confiar en el grupo? 

Terapia de grupo como alternativa para análisis.

Hoy en día existe una proliferación de discursos psicológicos que apuntan a que la confianza o, más bien, la autoconfianza, es una actitud que se vive casi a pura voluntad, como si fuera un modo de pensar que sólo requiriera un esfuerzo consciente para ser realizado. La terapia grupal derriba esta perspectiva y muestra que, aunque queramos conscientemente confiar en los demás, para que esta confianza sea realizada, necesita de condiciones específicas que permitan su surgimiento. 

En otras palabras, la confianza requiere de un esfuerzo grupal para que surja como una modalidad de relación en los participantes del grupo. A la confianza se arriba luego de elaborar las fuertes ansiedades que produce el sentarse con desconocidos a hablar sobre nuestra propia salud mental. Es decir, antes de poder adentrarse en lo que es la tarea del grupo (indagar en los problemas psicológicos), es necesario que primero se establezca un grupo seguro, un espacio que permita darle valor a las palabras y a la experiencia de cada integrante sin que se vean denigradas, agredidas, juzgadas e incluso rechazadas como parte de los prejuicios familiares y sociales que afectan a todos los grupos humanos. 

Lo anterior no significa que se espera que el grupo no juzgue, ni tengan ciertos temas tabúes, ni que aparezcan sentimientos de rechazo u oposición a ciertos problemas o posturas, sino más bien que esos mismos prejuicios tengan la oportunidad de hacerse conscientes y puedan ser dichos para así poder resignificarlos con el valioso aporte de cada participante de la terapia.

Es decir, la confianza en el grupo es la capacidad que tiene este de poder sostener el conflicto, sin por ello derrumbarse o disolverse como grupo. Lo cual implica un esfuerzo de paciencia y sinceridad con la participación de cada miembro que asiste en el intento de mejorar su salud mental. 

La terapia grupal es un espacio seguro

Una vez se establece dicha confianza se da la oportunidad de que los participantes puedan soltarse y comiencen a hablar de sí mismos de una manera más profunda e involucrada con los afectos que viven al interior del grupo. Es este el momento en el que, luego del trabajo inicial de establecer un grupo y un sentimiento de pertenencia, es posible pensar en nuevas soluciones para antiguos problemas grupales, tanto familiares, como social-vinculares. 

Para que un proceso psicológico grupal permita el surgimiento de los conflictos que afectan a los pacientes es necesario, en primer lugar, construir las bases de un grupo seguro que, a diferencia de los principales grupos a los que estamos habituados (familia, amigos, universidad, etc) sea capaz de resistir el conflicto, las opiniones desiguales y la diferencia que se genera en la interacción de nuestra vida humana.

En la DSE acompañamos estos procesos terapéuticos con profesionales que ayudan a desplegar estos espacios de seguridad y confianza para poder profundizar en el malestar que afecta a la comunidad universitaria en el área de la salud mental. Por ello, les invitamos a participar de los ciclos de terapia grupal a modo de escuchar, observar y experimentar la propuesta terapéutica de este tipo de atención psicológica. 

Autor/a

Maximiliano Muro

Psicólogo clínico DSE

Bienestar y Salud Mental

¿Qué es el mindfulness?

Con frecuencia escuchamos la expresión mindfulness, pero ¿Qué significa en realidad? En este artículo lo descubriremos.

Mindfulness o atención plena en esencia significa tener un buen control sobre la atención, pudiendo enfocarla donde tú quieras y dejarla fija allí, hasta que quieras dedicarla a otra cosa. De esta forma, implica la capacidad de prestar atención de una manera determinada: de forma deliberada, en el momento presente y sin juzgar. 

Mindfulness es observar detenidamente las experiencias del momento presente, tanto las internas del cuerpo y la mente (pensamientos, emociones, sensaciones) como las del mundo exterior. La observación plenamente consciente implica liberarte de los juicios y la crítica en la medida que te sea posible y permanecer presente con lo que estés observando. 

Este tipo de atención permite desarrollar una mayor conciencia, claridad y aceptación de la realidad del momento presente. Nos despierta para que podamos darnos cuenta de que nuestras vidas sólo se despliegan en momentos. Si durante la mayoría de esos momentos no estamos plenamente presentes, es posible que nos perdamos de aquello que es más valioso en nuestra vida, así como que no nos percatemos de la riqueza y la profundidad de nuestras posibilidades de crecimiento y transformación.

El mindfulness es parte de una práctica integrada que ofrece una mayor comprensión de nuestra experiencia. Nos permite ver y trabajar con vulnerabilidades y desafíos que son una parte inherente del ser humano.

Ese particular tipo de atención refleja una capacidad humana innata pero poco explorada hoy en día, ya que vivimos en una época cultural que nos induce a las múltiples tareas simultáneas, como comer viendo una pantalla, caminar hablando por teléfono, entre miles de ejemplos posibles. 

Esta cualidad de atención consciente, se puede (re)aprender y entrenar con el uso regular de varias técnicas y prácticas específicas, que también forman parte del término mindfulness.

La enseñanza y práctica del mindfulness contiene 3 elementos generales:

  1. Desarrollo de la conciencia: Se trabaja mediante prácticas formales (meditación sedente, escáner corporal, meditación en movimiento, etc.) y prácticas informales (conciencia del momento presente, por ejemplo: al ducharse, lavarse los dientes, lavar los platos, comer, caminar, etc).
  1. Un marco actitudinal concreto:  En el que se fomenta la amabilidad, la curiosidad y la disposición a estar presente durante el desarrollo de la experiencia.
  1. Comprensión de la vulnerabilidad humana: Esto nos lleva a comprender que el sufrimiento es parte inherente de nuestra experiencia, pero que existen métodos que nos permiten reconocer y abandonar patrones habituales que contribuyen a mantenerlo e incrementarlo.

Diversas investigaciones apuntan de manera consistente al hecho de que estas prácticas modifican, para mejor, nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra vida, puesto que:

  • Incrementan la función inmune bajo estrés.
  • Mejoran la resiliencia y la capacidad del cerebro para procesar las emociones bajo estrés.
  • Aumentan la materia gris en la ínsula y el córtex cerebral
  • Reducen el dolor crónico.
  • Aumentan el bienestar psicológico.
  • Propician un incremento natural de la empatía y de la compasión tanto por los demás como por uno mismo.
  • Disminuyen la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Previenen las recaídas en la depresión.
  • Previenen la recaída en la adicción a las sustancias.
  • Mejoran la calidad de vida, incluso padeciendo dolencias crónicas vinculadas al estrés.

¿Cómo aporta en nuestro día a día?

El Mindfulness ayuda a reconocer y cambiar algunos hábitos y patrones comunes que pueden afectar nuestro bienestar psicológico:

  • La rumiación: se relaciona con darle vuelta a las cosas incesantemente en nuestra cabeza, siendo una forma improductiva de pensamiento repetitivo que intensifica los estados de ánimo negativos, sin resolver nada. La rumiación reduce la motivación, afecta a la concentración y a la memoria, y aumenta el riesgo de padecer depresión, ansiedad, dependencia al alcohol, y estrés postraumático, así como de incurrir en excesos alimentarios.

Observar tus procesos de pensamiento con atención plena te ayudará a reconocer la rumiación y distinguirla de la resolución constructiva de problemas.

  • La evitación de los pensamientos y emociones desagradables: generalmente no funciona, porque al intentar deshacernos de ellos, aumenta la posibilidad de que se hagan más fuertes. Es como cuando intentamos hundir una pelota de plástico en una piscina. Por otra parte, la evitación de las situaciones o actividades difíciles reduce temporalmente la ansiedad, pero a la larga afecta los avances hacia las metas importantes y genera una sensación de fracaso.

La observación plenamente consciente de nuestros patrones de evitación nos ayuda a mantenernos alejados de esta trampa, y de esta manera aprendemos a reconocer cuándo buscamos evitar algo y tomamos una decisión consciente al respecto.

  • La conducta inducida por las emociones: Las emociones son experiencias complejas que vienen acompañadas de sensaciones corporales, pensamientos e impulsos de actuar de una manera determinada. Aunque las emociones puedan ser dolorosas, las hemos desarrollado y mantenido como especie porque nos entregan información importante y pueden motivarnos a comportarnos de manera constructiva, si las manejamos de forma saludable. La conducta improductiva inducida por las emociones es una trampa en la que incurrimos porque alivia temporalmente los sentimientos desagradables, aunque ocasiona problemas y a la larga nos hace sentir peor. 

La observación consciente de las experiencias emocionales nos ayuda a reconocer sus elementos. Además, aprendemos a observarlas sin juzgarlas y a actuar sin seguirlas de manera impulsiva. Con la práctica, el mindfulness de las emociones nos entrega tiempo para decidir con prudencia la manera de reaccionar.

  • La autocrítica destructiva: es vaga, inconsistente, valorativa y parcial. Solemos criticarnos con dureza porque creemos que es necesario para prevenir los errores y la flojera, y para mantener nuestra autodisciplina. En realidad, la autocrítica destructiva provoca emociones negativas, disminuye la motivación y la energía y estimula la postergación y la evitación. Puede conducir a la depresión, la ansiedad, el estrés y a conductas insanas.

El mindfulness de nuestros pensamientos autocríticos nos ayuda a detectar esos patrones. Nos enseña a reconocer los pensamientos severamente autocríticos y a permitirles que pasen por nuestra cabeza sin dejarnos atrapar por ellos ni que nos creamos lo que dicen. Si hemos cometido errores o tenemos que mejorar nuestra conducta, el mindfulness nos ayuda a reaccionar a la situación con sensatez.

La observación plenamente consciente te ayudará a librarte de estas trampas psicológicas. 

La respiración consciente es una herramienta útil para que mantengas centrada la atención en el momento presente y obtengas los beneficios de la práctica constante de Mindfulness. ¡Te invitamos a practicarla!

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Baer, R. (2014) Mindfulness para la felicidad. Barcelona: Editorial Urano.
  • Cebolla, A., García-Campayo, J, Demarzo, M. (2014) Mindfulness y ciencia: De la tradición a la modernidad. Madrid: Editorial Alianza.
  • Crane, R. (2019) Terapia cognitiva basada en el Mindfulness. Barcelona: Editorial Kairós.
  • Kabat-Zinn, J. (2009) Mindfulness en la vida cotidiana. Barcelona, Editorial Paídós.
  • Hanson, R., Mendius, R. (2011) El cerebro de Buda: la neurociencia de la felicidad, el amor y la sabiduría. Santander: Editorial Milrazones.

Autor

Carlos Passi Capdeville

Psicólogo de la Unidad de Psicología de la Facultad de Derecho – U. de Chile.

NOTICIAS / Bienestar y Salud Mental

Construyendo una cultura de bienestar Universitario

Yael Weinstein, Psicologa y coordinadora del equipo de salud mental de la DSE, entrega su visión sobre el abordaje del tema en nuestra universidad.

La depresión es una alteración del estado de ánimo que, según la OMS, se caracteriza por una tristeza persistente y una falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras¹.

Esta condición, así como los trastornos mentales conexos, pueden tener un profundo efecto en todos los aspectos de la vida, en particular en el rendimiento académico, la productividad en el trabajo, las relaciones familiares y sociales y la capacidad de participación comunitaria.

En este contexto, es que nos convoca a preguntarnos ¿Cuánto está afectando específicamente a nuestros estudiantes universitarios?

En un estudio publicado por Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad² mostró que las mujeres estudiantes exhiben mayores síntomas de depresión, y que los niveles de depresión entre los estudiantes no varían según institución de pertenencia, edad o nivel socioeconómico. Al mismo tiempo, un estudio de Barrera y Vinet³ refiere que las tasas de trastornos depresivos reportadas en estudiantes universitarios a nivel nacional e internacional tienden a ser elevadas en comparación con la población general.

Lo expuesto nos permite asegurar que nuestros estudiantes universitarios son un grupo de alto riesgo y es por esto que, como dirección de salud, nos vemos empujados a asumir un gran compromiso con la salud mental de las y los estudiantes, trabajando fuertemente en aumentar e innovar la oferta de actividades de promoción, prevención y atención de salud mental de la Universidad de Chile.

Hablamos de un período de la vida caracterizado por el cambio de etapa evolutiva, dando paso a la llamada adultez emergente⁴, un periodo de exploración vital para la construcción de una identidad personal. El aumento de la exigencia académica y la presión de rendimiento en comparación a la etapa escolar, se suman al cambio del escenario social y la exigencia de establecer un grupo de pares que haga de la experiencia universitaria algo significativo. Junto a esto, no podemos desconocer la realidad del país y la dificultad que existe para poder disponer de atención profesional de salud mental en forma oportuna.

La buena noticia es que el mismo estudio del MIDAP mostró que mientras mayor es el nivel de bienestar psicológico de los estudiantes, menor el nivel de sintomatología depresiva. Esto nos marca los lineamientos de cómo poder enfrentar el desafío de la salud mental universitaria. Según una investigación publicada en la revista médica de chile en 2019⁵ , los factores más relevantes para fomentar el bienestar fueron la autonomía, las relaciones positivas con otros, y el propósito de vida. Entendiendo esto, el gran desafío que se nos plantea a continuación es cómo generar espacios educativos concordantes con el desarrollo de estos puntos y que estén plasmados transversalmente dentro del proceso de aprendizaje.

En este sentido es que se vuelven de vital importancia la discusión en comunidad en temas como el logro de un estilo de vida que provea bienestar en concordancia con el estudio y el rendimiento, la promoción espacios que sean de encuentro con los otros fomentando iniciativas de participación estudiantil y planes de estudios actualizados a los tiempos que corren, que contribuyan a generar sentido con el futuro quehacer. 

Creo que nuestro camino debe ser el comprometernos con estos ejes de desarrollo, no solo como equipos psicosociales de apoyo para los estudiantes, sino que debemos imprimir estos énfasis en toda la experiencia universitaria durante sus diversas etapas, para lograr construir una comunidad educativa que cultive el bienestar y la salud de los estudiantes, y contribuir a una sociedad que permita a las personas desarrollar todo su potencial de una forma saludable.

Fuentes:

1.-OMS, https://www.who.int/es/health-topics/la-d%C3%A9pression#tab=tab_3

2.- MIDAP, FONDECYT Regular 1150166

3.-Barrera-Herrera A, Vinet E. Adultez emergente y características culturales de la etapa en universitarios chilenos. Ter Psicol 2017; 35 (1): 47-56.

4.-Arnett JJ. Emerging adulthood. A theory of development from the late teens through the twenties. Am Psychol 2000

5.- Revista médica de. Chile vol.147 no.5, Santiago mayo 2019.

Autor/a

Yael Weinstein

Psicóloga – Coordinadora salud mental DSE

Bienestar y Salud Mental

¿Qué son las emociones?

Alegría, tristeza, enojo y muchas otras. Comúnmente hacemos alusión a las emociones, pero no siempre tenemos claridad de lo que son y para qué sirven, te invitamos a descubrirlo.

Las emociones son reacciones de nuestro organismo frente a estímulos tales como situaciones, objetos, personas, entre otros. Son respuestas automáticas, espontáneas, abruptas y de corta duración, que se experimentan a través de cambios en nuestro cuerpo, pensamientos y comportamientos y se comunican a través de expresiones faciales y corporales.

Tienen una función adaptativa, pues movilizan y orientan nuestra energía y conducta para responder de manera adecuada al ambiente. Así por ejemplo, algunas emociones nos ayudan a protegernos de estímulos riesgosos y otras, nos permiten acercarnos a estímulos agradables o placenteros. Además tienen una función social, pues nos permiten comunicar nuestros estados afectivos a otras personas, facilitando la interacción y adaptación social.

Por lo anterior, no es posible decir que las emociones sean positivas o negativas, buenas o malas, porque aun cuando podamos sentirlas de forma más agradable o desagradable, todas tienen una función y utilidad.

¿Cuál es la diferencia entre emociones y sentimientos?

A diferencia de las emociones, los sentimientos son estados afectivos más duraderos, que conectan nuestras emociones con los pensamientos. En este sentido, un sentimiento no surge de forma inmediata y abrupta, sino que pasa por un proceso de reflexión cognitiva que implica una serie de evaluaciones, interpretaciones y atribuciones respecto de lo que se siente. 

En esta reflexión se incorporan sistemas de creencias y valores morales de la cultura de la que se es parte, lo que nos ayuda a adaptarnos al código social compartido. Así, por ejemplo, se sentirá culpa o vergüenza al infringir normas que son importantes para la comunidad de la que somos parte, las que no necesariamente son relevantes para otros grupos humanos. Por esto es que se dice que su naturaleza es más bien cultural y no instintiva como la de las emociones.

Emociones básicas

Existen muchas emociones y aprender a reconocerlas puede ayudarnos a entender por qué reaccionamos de una forma u otra, aumentando nuestro autoconocimiento. El psicólogo estadounidense Paul Ekman, estudioso de las emociones y su expresión facial, elaboró una lista de emociones consideradas básicas o primarias, pues presentan patrones de reacción que suelen estar presentes en todos los seres humanos. Revisémoslas:

La alegría: es una sensación agradable y placentera que se manifiesta a través de la sonrisa o risa, ojos brillantes, buen humor, sensación de satisfacción y bienestar. Suele generarse ante un suceso favorable para la persona, como un resultado exitoso, una sorpresa agradable, una demostración de afecto, recibir una noticia positiva, etc. La alegría ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, favorece la creatividad, nos entrega energía y nos insta a acercarnos e interactuar con otras personas.

La tristeza: es una sensación de decaimiento, sufrimiento o melancolía que surge cuando sentimos que perdemos o nos separamos de algo o alguien importante. Puede manifestarse a través de ojos llorosos o llanto, nudo en la garganta, movimientos lentos, ensimismamiento, sensación de menos energía o cansancio, entre otros. Es una emoción que nos insta a parar, reflexionar acerca de lo que ha ocurrido para poder procesarlo; además, suele generar empatía lo que posibilita encontrar ayuda en otras personas.

La rabia: es una sensación de irritación y molestia que se produce cuando se percibe alguna amenaza o injusticia. Moviliza nuestra energía y nos activa para protegernos, poner límites o defender lo que es importante para nosotros. Se dice que ha contribuido a la supervivencia de nuestra especie, pues nuestro cuerpo se prepara para la acción, atacar o huir de un peligro. Suele manifestarse a través de un incremento en los latidos del corazón, respiración agitada, sensación de calor en el rostro, tensión muscular, mirada fija, dientes apretados y ceño fruncido.

La rabia puede afectar cómo pensamos en ese momento, llevándonos a actuar de forma más instintiva e incluso agresivamente, por lo que es importante aprender a expresarla de forma asertiva, sin reprimirla pero tampoco explotando o dañando a otras personas.

El temor: es una sensación de inquietud y miedo que surge cuando nos enfrentamos a algo desconocido o que es percibido como un peligro para nuestra vida. Puede manifestarse a través de falta de aire o sentir que te cuesta respirar, corazón acelerado, sudor en las manos, músculos tensos, temblor, saltar, gritar o llorar, sensación de paralización o ganas de huir. El temor o miedo, nos ayuda a prestar atención a nuestro entorno para escapar, evitar o enfrentar el peligro y de esta manera poder protegernos y resguardar nuestra seguridad

El desagrado: es una sensación de asco y repulsión que se produce frente a algo que nos resulta aversivo o asqueroso o que pudiese significar un riesgo para nuestra vida. Podemos notar cuando alguien siente desagrado porque arruga la nariz, las comisuras de los labios descienden, a veces la lengua sale un poco de la boca y se puede provocar una sensación de náusea y ganas de vomitar. Esta emoción nos ayuda a protegernos, alejándonos de estímulos y situaciones que pudiesen ser un peligro para nosotros.

expresión facial de emociones

Es importante aprender a identificar las emociones que sientes, validarlas y utilizar la información que te entregan respecto a tu propia experiencia. Asimismo, es necesario aprender a regular la forma en que se expresan, pues si su manifestación es muy intensa o incluso desproporcionada o agresiva, puede afectar negativamente tus relaciones con otras personas. Esto no quiere decir que debas reprimir lo que sientes, sino modular la forma en que se expresa para que pueda ser un puente que permita la comunicación y empatía.

Finalmente, también es relevante aprender a reconocer las emociones en las personas que te rodean, validarlas y acompañar a quienes lo necesitan. Esto no sólo te convierte en una persona más empática y compasiva, sino que te ayuda a construir relaciones más profundas y significativas con otras personas.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Buitrago, D. (2021). La emoción y el sentimiento: más allá de una diferencia de contenido. Digithum, n.º 26, pp. 1-12. Universitat Oberta de Catalunya y Universidad de Antioquia.
  • Chóliz, M. (2005): Psicología de la emoción: el proceso emocional. Universidad de Valencia. https://www.uv.es/~choliz/Proceso%20emocional.pdf
  • Martínez, V. y Suazo, J. (2023). Tu mundo emocional. Penguin Random House Grupo Editorial.

Autor/a

Irma Ahumada

Psicóloga Conciencia Saludable DSE

Bienestar y Salud Mental

Beneficios de la actividad física en nuestra salud mental

Además de mantener un buen estado físico, realizar actividad física favorece nuestro bienestar emocional y el desarrollo del autoestima, previniendo patologías psicológicas.

Nadar, andar en bicicleta, bailar, trotar o practicar algún deporte con fines recreativos nos ayuda a mantener un estilo de vida saludable y tiene beneficios sobre nuestra salud física, tales como el desarrollo de la musculatura, mejoras en la salud cardiovascular y prevención de enfermedades.

Además de esto, realizar actividad física nos ayuda a mejorar habilidades y nuestra salud mental, ya que exige concentración en objetivos y acciones que suceden en tiempo real, que se ejecutan en el momento. Esto permite combatir la rumiación del pensamiento, es decir, ese estado en que una persona se encuentra estresada o deprimida y se concentra en pensamientos repetitivos sobre síntomas, posibles causas y consecuencias negativas, sin ser capaz de visualizar soluciones.

El deporte y la actividad física inciden en el bienestar emocional debido a que fomentan la comunicación inter e intrapersonal, la superación de retos, la independencia y el sentido de la responsabilidad, aportando con ello en el desarrollo del autocontrol de emociones. 

Estudiante ejercitando en gimnasio JGM

Considerando lo anterior, podemos destacar algunos de los beneficios desprendidos de la práctica deportiva y de la actividad física en general:

  • Facilita el autoconocimiento: La práctica deportiva propone escenarios desafiantes que obligan a la persona a buscar entre sus recursos distintas estrategias para enfrentar la situación.
  • Favorece la concentración: La actividad física y deportiva obliga a las personas a definir lo que se debe atender y en qué aspectos se deben preocupar para ejecutar una acción.
  • Favorece el aumento de la memoria, la capacidad cerebral y prevención del deterioro cognitivo: Las situaciones experimentadas en la práctica deportiva se repiten con posterioridad, lo que constituye un aprendizaje por repetición y, con ello, la ejercitación cerebral.
  • Aumenta el umbral de tolerancia al estrés: Al practicar actividad física y sudar las personas liberan cortisol, que es la hormona del estrés, lo que disminuye sus niveles. Asimismo, la práctica deportiva aumenta la tolerancia al estrés porque el deporte, especialmente a nivel competitivo, supone la exposición a situaciones estresantes que las y los deportistas deben sobrellevar.
  • Favorece nuestra energía vital y su regulación, ayudando además en trastornos del sueño: Por esto se recomienda partir el día realizando actividad física, ya que los niveles de activación suben más temprano y así las primeras tareas de la jornada se realizan con más energía. Además, la actividad física mejora la circulación y la oxigenación, lo que favorece el ciclo sueño-vigilia porque el gasto energético genera que las personas tengan sueño y con ello un descanso reparador a la hora de dormir. 
  • Propicia la independencia y el sentido de la responsabilidad, contribuyendo a la planificación y disciplina: La exigencia y los horarios que propone la actividad física implican una planificación en la rutina de las personas. Con ello la creación de hábitos y gestión del tiempo considerando, por ejemplo, los tiempos de traslado, ducha y alimentación.
  • Permite el desarrollo de habilidades sociales o interpersonales: Las actividades deportivas nos impulsan a habitar espacios de socialización con otras personas que comparten intereses comunes. El deporte y la actividad física generan identidad.
  • Aumenta la motivación de logro, superación de retos y búsqueda de experiencias gratificantes: Las personas que realizan deporte y actividad física constantemente buscan resultados, ya sean propios o respecto a otro/a, por ejemplo, mejorar capacidad física, aspectos técnicos o mejorar marcas deportivas.

Aporte en nuestra vida diaria

Piscina universitaria JGM

Habitualmente quien desarrolla una actitud disciplinada a través de la actividad física es capaz de extenderla a otros ámbitos de la vida. Gracias a eso las personas pueden fortalecer recursos que les permiten enfrentar situaciones similares o que suponen mayores grados de esfuerzo. 

Debemos entender la actividad física como un fenómeno que requiere del esfuerzo que estamos dispuestos a invertir para movernos y mantenernos en dicha actividad, lo cual habitualmente definimos como motivación deportiva. 

A la vez, las mejoras en la condición física o nivel de rendimiento deportivo influyen como un factor relevante al momento de hablar de esfuerzo. Un mayor esfuerzo viene aparejado con el enfrentamiento de metas más desafiantes, lo que eleva las expectativas y hace que los objetivos se vuelvan más complejos.

En base a lo anterior, se debe tener especial cuidado con el plan de acción en torno al cual se desarrollará el ejercicio y el deporte como parte de la vida de una persona, previniendo el agotamiento psicológico y/o la extinción del hábito de realización de actividad física.

Algunos consejos prácticos

Cuando comenzamos a practicar una nueva actividad, generalmente lo más difícil es partir, tener constancia al inicio para desarrollar este hábito y hacerlo parte de nuestra vida. A continuación encontrarás algunas recomendaciones para comenzar a practicar actividades físicas, deportivas y recreativas.

  • Realiza actividad física en la mañana: Esto proporciona una mayor activación, y por ende más energía para las primeras tareas del día.
  • Asiste con una persona conocida: Esto genera compromiso con la instancia deportivas. Además, hará que la práctica deportiva sea más entretenida, motivante y en compañía.
  • Evitar la sobrecarga: Si te sobrecargas demasiado en un inicio, generas respuestas desagradables como el dolor. Se recomienda la progresividad, es decir, ir de menos a más.
  • Explorar alternativas: Todas las personas son distintas, por ende, experimentar diferentes alternativas deportivas permiten encontrar aquellas que se adaptan mejor a las necesidades y recursos propios.
  • Buscar sensaciones gratificantes: Las sensaciones de recompensa generan hábito en las personas. Fija metas realistas y reconoce tu esfuerzo, esto te permitirá ser constante en la práctica deportiva.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes:

  • Luiselli, J. & Reed, D. (2011). Behavioral sport psychology : evidence-based approaches to performance enhancement. Nueva York, NY: Springer.
  • Williams, J. & Harris, D. (2006). Relaxation and energizing techniques for regulation of arousal. In Williams, J (Ed.), Applied Sport Psychology: Personal Growth to Peak Performance. Nueva York, NY: McGraw-Hill.

Autor/a

Gabriel Caballero Guzmán

Psicólogo – Coordinador Unidad de Salud Deportiva DDAF

Aprendizaje

Bienestar y Salud Mental

Problemas de Salud Mental

¿Qué es y cómo manejar la ansiedad académica?

En la universidad es común escuchar sobre ansiedad, pero, ¿qué implica sentirla en situaciones académicas? Revisa información que te permitirá conocer sobre la ansiedad académica y sus implicancias.

Transitar del colegio a la universidad es un hito que puede situarse dentro de los cambios más importantes de la vida. Posiciona a las y los estudiantes en un lugar de mayor independencia, entrega la oportunidad de conocer a nuevas personas, explorar intereses y habilidades. Así también implica incrementar considerablemente el tiempo dedicado al estudio y con ello la necesidad de construir nuevas estrategias de aprendizaje.

Si bien cada estudiante transita por estos cambios de manera diferente, la gran mayoría requiere de un tiempo de adaptación y percibe mayores niveles de estrés en su organismo durante dicho tiempo. Este estrés es un estado que genera diversas emociones, entre las cuales la ansiedad aparece en primer plano.

La ansiedad es entonces un estado emocional percibido como desagradable y que puede generar una sensación de inquietud o agitación. Sin embargo, es también una emoción necesaria para nuestra especie, ya que nos alerta cuando estamos expuestos a situaciones de peligro. De esta forma, la ansiedad tiene una función adaptativa, pues nos permite mejorar nuestra capacidad de acomodo al medio. 

En la vida académica, cierta cantidad de ansiedad puede ser beneficiosa para los y las estudiantes, en tanto incrementa la capacidad cognitiva y mejora el desempeño de la tarea. Sin embargo, niveles muy elevados de ansiedad pueden también afectar la percepción sobre las propias habilidades e imposibilitar a las y los estudiantes a enfrentar la tarea de manera óptima.

¿Cómo manejar la ansiedad académica?

Manejar la ansiedad frente a instancias de evaluación académica implica identificar los factores que desencadenan esta emoción, a fin de poder gestionarlos de una manera más saludable.

A continuación algunos consejos para manejar la ansiedad académica durante el proceso de estudio:

  • Agenda todas tus evaluaciones y planifica el estudio con anticipación. Una buena planificación es flexible y considera también espacios de descanso y recreación.
  • Identifica los horarios en que rindes mejor y el tiempo que logras mantenerte realmente concentrada/o en el estudio.
  • Estudia para aprender. Intenta dar un sentido a lo que estás estudiando, activa tus conocimientos previos sobre la temática y realiza enlaces con los nuevos contenidos.
  • Identifica y cuestiona los pensamientos negativos que puedan interferir en tu estudio y aprendizaje (“no lo voy a lograr”, “esto es muy difícil”, “siempre me ha costado esta materia”, “no lograré terminar la carrera”)
  • Respeta tu agotamiento. Si requieres una pausa es mejor realizarla a tiempo y luego continuar con el estudio.

Una vez que has realizado un adecuado proceso de estudio, es importante utilizar estrategias para gestionar de mejor forma la ansiedad académica frente a tus evaluaciones.  A continuación, algunos consejos:

1.  Antes de una evaluación:

  • Si tuviste un buen estudio, evita repasar hasta último minuto. Es probable que debido al nerviosismo no recuerdes de manera inmediata lo aprendido e incrementes tus niveles de ansiedad. 
  • Intenta distraerte antes de la evaluación. Pon atención en situaciones que no tengan relación con esta instancia.
  • No realices comparaciones con lo aprendido por otras personas, puedes sentir temor de que estén mejor preparadas/os que tú.
  • Monitorea tus niveles de ansiedad, utiliza técnicas de respiración y relajación antes de entrar.

2. Durante la evaluación:

  • Lee las preguntas con calma y asegúrate de entender lo que se está preguntando en cada apartado. Recuerda que las preguntas de la evaluación contienen conceptos claves que pueden ayudarte a recordar lo aprendido.
  • Date tiempo para activar tus conocimientos y elaborar tus respuestas.
  • Si temes olvidar algún concepto o idea, haz un borrador o punteo frente a la pregunta en cuestión.
  • Comienza respondiendo aquello que sabes, eso disminuirá tu ansiedad y facilitará que recuerdes lo estudiado.
  • Lleva el control del tiempo. Puedes utilizar reloj en caso que el celular sea un distractor.
  • Siempre pon la evaluación en perspectiva. Puede haber otras instancias que te permitan mejorar tu calificación final del ramo.

3. Después de la evaluación:

  • No compares las respuestas con tus compañeras/os, podrías quedar con una sensación errada sobre tu desempeño. 
  • Evita juzgar severamente lo que lograste rendir estando bajo presión.

Si bien las estrategias presentadas pueden ser de mucha utilidad para manejar la ansiedad académica en las evaluaciones, es importante mencionar que para lograr efectos a largo plazo, se deben realizar acciones sostenidas a lo largo del tiempo.

Conocer y gestionar nuestra ansiedad académica nos permitirá responder de mejor manera a las exigencias de la universidad y mantener una buena calidad de vida. 

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes:

  • Contreras, F., Espinosa, J. C., Esguerra, G., Haikal, A., Polanía, A., & Rodríguez, A. (2005). Autoeficacia, ansiedad y rendimiento académico en adolescentes. Diversitas: perspectivas en psicología, 1(2), 183-194. Recuperado el 11 de junio de 2023.
  • Gallero, P.  (2010). Ansiedad ante el rendimiento. En Guía de Apoyo psicológico para universitarios crecimiento y formación. USACH.
  • Melgosa, J. (1994). Sin estrés. Editorial safeliz.

Autor/a

Carla Gutiérrez Daroch

Encargada de aprendizaje Centro IDEA. Facultad de Ciencias Sociales

Bienestar y Salud Mental

¿Qué es una alimentación saludable y cuáles son sus beneficios?

A menudo escuchamos de la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud y bienestar, pero ¿qué significa esto? Te invitamos a descubrirlo.

Una alimentación saludable es aquella que contiene una combinación equilibrada, diversa y adecuada de alimentos nutritivos, con el fin de lograr el crecimiento y desarrollo de la persona, su funcionamiento y bienestar físico, mental y social.

Si bien la composición más óptima de una alimentación saludable estará determinada por las características de cada persona y su contexto, existen algunas recomendaciones generales que es importante tener presente:

cuchillo cortando naranja
Las frutas contienen vitaminas que benefician directamente nuestra salud.
  • Consume alimentos que aporten diferentes nutrientes: nuestro organismo no tiene la capacidad de sintetizar nutrientes esenciales de forma natural, por lo que se deben aportar a través de alimentos que son fuente de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas, minerales, agua y fibra. Estos ayudan al buen funcionamiento de nuestro cuerpo, lo que permite un adecuado crecimiento, desarrollo y estado de salud. 
  • Privilegia el consumo de frutas y verduras: aportan vitaminas, minerales y fibra, lo que mejora la microbiota intestinal y con ella las bacterias asociadas a efectos antiinflamatorios vinculados a un buen metabolismo. Asimismo, su consumo ayuda a prevenir enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer y enfermedades de deterioro cognitivo, entre otras.
  • Incorpora legumbres todas las veces que puedas: son una buena fuente de energía, nutrientes, vitaminas, minerales y fibra. Además, al ser un alimento de origen vegetal no aportan colesterol ni grasas saturadas.
  • Bebe agua varias veces al día: esto mantiene la temperatura corporal, ayuda a la digestión y absorción de nutrientes, disminuye el estreñimiento, ayuda al buen funcionamiento del corazón y contribuye a la prevención de enfermedades renales.
  • Consume lácteos: aportan energía y diversos nutrientes como proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales. Su consumo previene el desarrollo de diversas enfermedades no transmisibles como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y aporta a la conservación de la funcionalidad de la masa ósea y muscular en la vida adulta. Si eres vegetariana/o, es importante consultar a un profesional nutricionista para evitar deficiencias de yodo, hierro, vitaminas A, B2, vitamina B12 y proteínas. 
  • Prefiere alimentos con menos sellos de advertencia, disminuyendo el consumo de ultraprocesados: la industria alimentaria usa muchos saborizantes, colorantes, edulcorantes y preservantes para acentuar el sabor de los productos ultraprocesados y darles mayor durabilidad. Nutricionalmente son alimentos con un alto contenido de azúcares, grasas saturadas y sodio, los que están vinculados a una mayor incidencia de enfermedades. Además, tienen un bajo aporte de fibra, vitaminas y minerales en comparación con platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados. Por esto se recomienda preferir alimentos con menos sellos de advertencia y/o con menor cantidad de ingredientes.
  • Disfruta de tu alimentación: comer no es solo la ingesta de nutrientes, es un acto emocional, social y de cuidado de tu bienestar. Trata de desconectarte de las pantallas y conectar con el disfrute de los sabores, olores, colores, texturas, recuerdos y también con la compañía que tengas al momento de comer. La relación que tengas con la comida también aportará al cuidado de tu salud mental y general.

Beneficios de una alimentación saludable

Mujer come ensalada mientras investiga
Aprender sobre una alimentación saludable hará que tengas más presentes sus beneficios.
  • Aporta energía: comer alimentos ricos en nutrientes y proteínas es fundamental para mantener los músculos fuertes. Tanto a la vitamina D como a vitaminas del complejo B se les atribuye propiedades que favorecen el aporte de energía.
  • Protege el sistema inmunitario: Es la base de la salud. Su misión es protegerte de todo aquello potencialmente dañino, como virus y bacterias, atacándolos cuando entran en tu cuerpo. Una dieta variada y equilibrada es un componente importante en el desarrollo y mantenimiento de la respuesta inmune, utilizando como método de acción vitaminas y minerales tales como: Vitamina C, Vitamina D, Vitamina E, Vitamina A, Vitaminas del complejo B, Cobre, Hierro, Zinc,Ac. grasos Omega-3.
  • Regula el tránsito intestinal: las frutas, verduras y los productos lácteos ricos en probióticos son siempre bien recibidos por las bacterias del tracto digestivo. Por su parte, los alimentos grasos y fritos no son tan recomendables ya que pueden alterar el equilibrio (disbiosis) entre bacterias en el intestino y provocar una serie de alteraciones en la digestión tales como: estreñimiento, diarrea, distensión abdominal, etc.
  • Ayuda a mejorar tu sensación de bienestar: existen alimentos que contribuyen a mejorar el estado de ánimo porque ayudan al organismo a segregar ciertas hormonas como las endorfinas o la serotonina, vinculadas con la sensación de felicidad y bienestar. Entre estos alimentos se encuentran: lácteos, clara de huevo, maní, piña, palta, zanahoria, carne de pollo, apio, brócoli y otros. Asimismo, algunos alimentos tienen la capacidad de ayudar a moderar la producción de hormonas que inducen el estrés como el cortisol y la adrenalina; entre estos alimentos se encuentran: las naranjas que contienen vitamina C o el salmón que es rico en ácidos omega-3.
  • Mejora el rendimiento del cerebro: una dieta rica en verduras, frutas, pescado y frutos secos, ayuda a reducir el deterioro de la memoria y a mejorar la capacidad de concentración, entre otras funciones cerebrales. Comer alimentos ricos en ácidos omega-3 como el pescado, nueces y palta, se traduce en un mejor funcionamiento del cerebro y por tanto, en un mayor rendimiento y una mayor productividad en los estudios o trabajo. Asimismo, el chocolate negro aumenta el flujo sanguíneo del cerebro, influyendo positivamente en la capacidad de atención.
  • Protege el corazón: algunos alimentos como los cereales integrales ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo), altamente perjudicial para el corazón. Asimismo, una alimentación baja en sodio contribuye a mantener la presión arterial en los niveles adecuados.

Como ves, la alimentación tiene efectos importantes en nuestra salud y bienestar y, si bien hay indicaciones generales que puedes seguir, la recomendación es que evalúes tu situación particular con un especialista de la nutrición que pueda orientarte de manera personalizada en base a tus características, necesidades y contexto.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes:

Autor/a:

Andrea Aedo Palma

Nutricionista de la Dirección de Salud Estudiantil y del Programa  de Residencias Universitarias de la DIRBDE.

Bienestar y Salud Mental

Problemas de Salud Mental

Más allá del meme, ¿qué es la ansiedad?

Solemos usar la palabra ansiedad constantemente en nuestro día a día, pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de este concepto? Te invitamos a conocer más sobre este tema.

La ansiedad es un estado emocional de agitación e inquietud, que se genera frente a estímulos externos o internos, como pensamientos o sensaciones corporales, que la persona percibe como potencialmente amenazantes, peligrosos o desafiantes. En este sentido, es una anticipación a un peligro -real o imaginario- que puede no estar presente en ese momento.

Suele percibirse como una emoción desagradable, sobre todo cuando su intensidad es alta, pero es importante saber que es una respuesta normal y adaptativa de nuestro organismo. Nos permite prepararnos para hacer frente o evadir aquello experimentado como una posible amenaza.

Por ejemplo, cuando tienes un trabajo o una prueba por entregar próximamente, la ansiedad en su versión adaptativa te ayuda a poner a disposición todos tus recursos para cumplir con esa tarea. De esta forma puedes estar más alerta a los tiempos, a las cosas pendientes y a los posibles inconvenientes a fin de asegurar su cumplimiento.

¿Cómo se manifiesta la ansiedad?

Las manifestaciones de la ansiedad son multidimensionales y están determinadas por varios factores en cada persona. Una forma de reconocer mejor las manifestaciones de la ansiedad es considerar diferentes planos que no son excluyentes, sino que están siempre conectados el uno con el otro:

En el plano fisiológico puede manifestarse a modo de alteraciones del sueño y del apetito, náuseas o malestares estomacales. Una característica muy común de la ansiedad es la sensación de ahogo y opresión en el pecho. Contracturas, dolores de cabeza, tensión corporal y a veces temblores suelen estar presentes cuando una persona está ansiosa.

A nivel conductual la ansiedad suele manifestarse con actitudes de evitación y escape, es decir, retirarse o huir de la situación o contexto que es vivido como generador de ansiedad. El tartamudeo y el tono nervioso de voz también son bastante comunes. Por otro lado, los cambios en la conducta alimentaria (comer en exceso o falta de apetito) así como las conductas compulsivas, suelen estar vinculadas con la ansiedad. 

Lo cognitivo también puede verse afectado, donde los pensamientos negativos, irracionales e intrusivos pueden ser una de sus manifestaciones. Surgen también cuestionamientos sobre la autoeficacia y, en ocasiones, un bloqueo mental frente a situaciones de tensión.

Desde el plano afectivo/emocional, muchas veces se presenta sensación de inseguridad e incertidumbre constantes que pueden interferir en el funcionamiento cotidiano. Para algunas personas la ansiedad se manifiesta bajo la forma de irritabilidad y actitudes más agresivas. Cuando este plano se presenta muy tensionado, la angustia es muy intensa.

¿Cuándo consultar?

Si bien la ansiedad tiene una función adaptativa y defensiva, en ocasiones puede llegar a ser problemática e incluso patológica, entorpeciendo la vida cotidiana de las personas de forma considerable.

Las manifestaciones de la ansiedad tienen lugar en múltiples situaciones de la vida cotidiana, por ejemplo experimentar agitación, presión en el pecho y sensación de alerta en el transporte público o sentir inquietud y tensión corporal en situaciones sociales nuevas o poco conocidas. 

Es muy probable que gran parte de las personas hayan experimentado estas sensaciones alguna vez, no obstante se pueden convertir en problemáticas cuando son vividas de forma altamente intensa y frecuente o cuando la respuesta que se desencadena es exagerada y desproporcionada en relación al estímulo que la gatilla, lo que genera un malestar constante y difícil de atenuar. Si esto ocurre, es recomendable pedir ayuda a un profesional de salud mental.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes:

Autor/a:

Irma Ahumada

Psicóloga Conciencia Saludable DSE

Autor/a:

Gabriela Jauregui

Psicóloga Núcleo SMU FACSO

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2023, Universidad de Chile