Consumo de sustancias

Consumo de drogas y psicosis

Las drogas pueden alterar profundamente la percepción de la realidad. Revisa cómo se relaciona la psicosis con el consumo de sustancias.

¿Puede el consumo de drogas desencadenar un episodio psicótico? Aunque no siempre se tiene presente, diversas sustancias pueden generar efectos agudos o persistentes en la percepción de la realidad.

¿Qué es un episodio psicótico?

La psicosis se define como una experiencia, a menudo transitoria, en la que se alteran la percepción, el pensamiento, el estado de ánimo y la conducta, produciendo los llamados síntomas psicóticos. 

Dichos síntomas pueden manifestarse con alucinaciones, delirios y una pérdida temporal del sentido de realidad, como si hubiese una desconexión de la misma, de modo tal que se interpreta lo que alrededor de una manera extraña para otros. 

Es posible que implique un comportamiento diferente al que es habitual y un cambio en el funcionamiento diario, al presentarse un estado en el que el juicio de la realidad se ve alterado, es decir, que hay una percepción de fenómenos inexistentes en la realidad.

Ante el desencadenamiento de un estado de psicosis, se atribuye particular relevancia a un estado de vulnerabilidad previa, asociado a una predisposición biológica y/o ambiental, pero debemos tener en cuenta que cualquier persona puede llegar a cursar un episodio psicótico. 

Podemos establecer una distinción entre psicosis endógenas y psicosis exógenas:

  • Psicosis endógenas:  Son aquellas que tienen un origen principalmente biológico o genético, es decir, habría una predisposición hereditaria. 
  • Psicosis exógenas: Son las que responden a factores externos, como lo puede ser el consumo de sustancias.

El segundo caso suele ser reversible ya que, una vez que se elimina la causa, desaparece la sintomatología. Aún así, si hay presencia de vulnerabilidad previa, se pueden desencadenar cuadros que no sean episódicos, sino trastornos psicóticos graves y persistentes en el tiempo.

La incidencia del consumo de drogas en la psicosis

Está demostrado que las drogas son un factor de riesgo importante para que se desencadenen síntomas psicóticos. Estos fenómenos pueden desaparecer cuando el efecto de la droga se desvanece en el cuerpo pero, en algunos casos, los síntomas psicóticos pueden continuar más allá del uso y abuso de la sustancia en particular.

En quienes tienen una predisposición a trastornos psicóticos, el consumo puede jugar un rol fundamental como desencadenante o agudizar síntomas ya existentes. En suma, el uso crónico de algunas sustancias puede causar cambios en el cerebro que predisponen a la persona a trastornos psicóticos a largo plazo, pudiendo persistir la sintomatología, aunque la persona haya dejado de consumir la sustancia.

Según la evidencia, las sustancias que generan o potencian estos estados de psicosis de forma más recurrente suelen ser:

  • Marihuana
  • Cocaína
  • Anfetaminas y sus derivados
  • MDMA
  • Ketamina
  • LSD
  • Hongos alucinógenos
  • Inhalantes (pegamentos, popper, gases)

Estas sustancias se mencionan por la prevalencia en su uso, aunque se debe tener en consideración la constante aparición de nuevas drogas. Sin embargo el principio en esencia es similar: se trata de sustancias que alteran la química del cerebro, desencadenando consecuencias en el mismo. Aunque no nos detendremos a revisar las consecuencias físicas, es un aspecto relevante que se debe evaluar en el consumo.

“Nunca nadie me había dicho que los porros podían causar síntomas psicóticos. Me habría gustado saberlo cuando me lo ofrecían mis amigos. Si hubiese tenido esa información, quizá no estaría aquí. ¿Por qué nadie nos lo dice?”

Refiere joven de 17 años en hospitalización psiquiátrica.

De modo generalizado siempre es un riesgo el consumo de sustancias, pero se debe tener presente que no tiene el mismo impacto en todas las personas. Para algunos puede no traer mayores consecuencias, mientras que para otros puede implicar un quiebre importante en su historia de vida. 

El consumo de sustancias psicoactivas está estrechamente vinculado con el desarrollo y exacerbación de la psicosis. Esta relación no sólo pone en peligro la salud mental de las personas, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para su vida social, laboral y familiar. 

La invitación es a ser consciente de los potenciales efectos adversos del consumo y la importancia de que sea problematizado. En muchos casos se puede tener la impresión errónea de que no nos afecta mayormente, pero los estudios demuestran lo contrario, pudiendo incluso cambiar radicalmente el modo en que nos posicionamos en el mundo.

Si sientes que tu o alguien cercano tiene un problema y/o necesita ayuda para ahondar en el tema, te recomendamos buscar la ayuda de un profesional de la salud: Puedes acceder a orientación llamando al Fono Drogas 1412 o en el centro de salud más cercano.

El consumo de sustancias es un problema latente en la población universitaria. Te invitamos a revisar una entrevista con Lorena contreras, psicóloga especialista en adicciones, sobre los Desafíos y acciones frente al consumo de sustancias en los y las estudiantes de la U. de Chile.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. (2019). Informe mundial sobre las drogas 2019. Naciones Unidas.
  • Observatorio Chileno de Drogas. (2017). Décimo segundo estudio nacional de drogas en población general, 2016. Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA).
  • Goldman, D., Oroszi, G., & Ducci, F. (2005). La genética de las adicciones: Descubriendo los genes. Nature Reviews Genetics, 6(7), 521–532.
  • Calvo Calvo, AB, Kehrmann Irisarri, L., Moreno Ruiz, C., Moreno Íñiguez, M., Rapado Castro, M., & Sánchez Gutiérrez, T. 2015. Piensa. Guía para adolescentes y familias que quieren entender y afrontar la psicosis.

Autor/a

José Maulén

Psicólogo Clínico – Dirección de Salud Estudiantil UCH

Consumo de sustancias

Alcohol y consumo de riesgo

El consumo de alcohol está bastante normalizado, pero puede volverse riesgoso mucho antes de notarlo. Hablemos de sus riesgos y alertas.

El alcohol es una de las sustancias más utilizadas en Chile, con altas tasas entre la población de jóvenes y estudiantes universitarios. Aunque su consumo suele estar normalizado en espacios sociales o celebraciones, no siempre se dimensionan los riesgos asociados.

Hablar de consumo problemático no significa que toda ingesta sea peligrosa, sino que hay situaciones en que el alcohol deja de ser un acompañante social y comienza a generar consecuencias negativas, ya sea en la salud, en las relaciones personales o en el bienestar general. Esto incluye:

  • Problemas familiares o sociales, por ejemplo, divorcios, pérdida de trabajos, problemas económicos, etc.
  • Accidentes no fatales o directamente fatales, por ejemplo, accidentes de auto, caídas, episodios de violencia, etc.
  • Problemas de salud mental, por ejemplo, depresión, ansiedad, problemas para dormir, etc.
  • Problemas de salud general asociados, por ejemplo, cáncer, problemas en el hígado, cardíacos, úlceras estomacales, etc.

Puedes ahondar sobre este apartado en nuestro artículo sobre salud mental y consumo de sustancias.

Tipos de consumo problemático de alcohol

Según consideraciones y clasificaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS), se considera que una persona tiene un problema en el uso del alcohol si se encuentra dentro de las siguientes categorías: 

  1. Consumo de riesgo: se refiere al consumo de alcohol que aumenta el riesgo de las consecuencias adversas. La OMS lo describe como el consumo diario de alcohol de entre  20 a 40 grs para las mujeres, y de 40 a 60 gramos para los hombres. 

Los gramos de alcohol en una bebida alcohólica varían por país. Por ejemplo, en Chile, se ha estimado que en promedio una bebida tiene alrededor de 15 grs.

  1. Consumo perjudicial: se refiere al consumo regular de alcohol que se asocia a consecuencias negativas para la salud de las personas. 

La OMS establece el consumo perjudicial de 40 grs al día para las mujeres y 60 grs al día para los hombres.

  1. Dependencia al alcohol: La dependencia es el conjunto de fenómenos del comportamiento, cognitivos y fisiológicos que pueden desarrollarse tras el consumo repetido de una sustancia (por ejemplo, reacción de abstinencia física en ausencia de la sustancia). 

La dependencia al alcohol está tipificada en el manual de Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE). El diagnóstico de dependencia a una sustancia (puede ser alcohol u otra sustancia) requiere de tres o más de los criterios ahí especificados, mirados en el plazo de un año.

Es importante tener en cuenta que existen diferentes formas de consumo de alcohol, sin embargo, la persistencia del hábito de consumo aumenta los riesgos de consecuencias adversas para la salud, por lo que es importante reconocer los signos de un consumo de riesgo.

¿Quieres evaluar si tu consumo de alcohol es de riesgo?

Puedes contestar el siguiente cuestionario breve que pertenece al Test de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol (AUDIT, por sus siglas en inglés), validado para población chilena y recomendado por el Ministerio de Salud de Chile.

Las preguntas se refieren a tu consumo en el último año y cada alternativa de respuesta tiene un puntaje asignado que te permitirá un primer acercamiento a tu tipo de consumo. Según tu respuesta se desplegarán nuevas preguntas y, al final, recomendaciones y la posibilidad de recibir guía o atención. 

Al responder ten presente que “1 TRAGO” equivale aproximadamente a una lata de cerveza (300 cc), una copa de vino (150 cc) un combinado suave (45 cc de destilado). 

Algunas recomendaciones

Si tienes la intención o si una persona te solicita ayuda para disminuir o dejar el consumo de alcohol es importante identificar las situaciones en las que es más probable que se beba y evitarlas, de ser posible.  La red social donde se encuentra inserta la persona puede ser clave para comprender su consumo.

Es importante detectar eventuales apoyos en la familia o grupos de pertenencia, e incluirlos en el abordaje. Alentar a la persona a comunicarse con quienes apoyen sus esfuerzos para cambiar sus conductas con el alcohol puede ser clave, así como considerar que no todos sus cercanos apoyarán el cambio de comportamiento respecto al consumo de alcohol.

Algunas recomendaciones para disminuir los riesgos asociados al consumo son:

  1. Beber máximo 2 tragos en el mismo día.
  2. Dejar al menos 2 días de la semana sin beber alcohol.
  3. Beber con calma, lentamente, de manera relajada.
  4. No beber más de 1 trago cada una hora y media.
  5. Comer siempre, antes y mientras se bebe.
  6. Tomar bebidas sin alcohol entre un trago y otro.
  7. Evitar tener siempre el vaso en la mano; si es seguro, déjalo en la mesa entre sorbo y sorbo.
  8. No beber durante el embarazo, amamantamiento o si vas a conducir vehículos.

Si sientes que no es posible iniciar el cambio de forma propia, la ayuda de un profesional de la salud puede ser necesaria. 

Puedes acceder a orientación llamando al Fono Drogas 1412 o en el centro de salud más cercano.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Lorena Contreras

Psicóloga especialista en prevención y tratamiento de adicciones – Clínica Psiquiátrica Universitaria de la Universidad de Chile.

Yael Weinstein

Autor/a

Yael Weinstein

Psicóloga – Coordinadora del Equipo de Salud Mental DSE

Consumo de sustancias

Fumar: Belleza y Salud en Riesgo

Miremos el tabaquismo desde distintos ángulos: su historia, consecuencias en el cuerpo y la mente, y algunas alternativas para dejarlo.

El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad y muerte prevenible en el mundo. Pero, más allá de los riesgos respiratorios o cardiovasculares que suelen mencionarse, los efectos de fumar se extienden silenciosamente a muchas otras áreas del cuerpo.

Desde la piel hasta la salud sexual, fumar compromete funciones vitales y calidad de vida. Miremos las formas en que el tabaco impacta tu salud integral y qué herramientas existen para dejar de fumar.

Entendiendo desde la historia

Los pueblos indígenas americanos fueron los primeros en cultivar y consumir tabaco. Lo usaban en ceremonias religiosas y ritos, como regalo de hospitalidad y símbolo de estatus social.  Luego de las conquistas, fue rápidamente popularizado en Europa, donde se usaba de manera recreativa y en espacios sociales acomodados, incluso la realeza, volviéndose cada vez más popular.  

Desde el primer anuncio en 1789 hasta principios del siglo XX se promocionaba el hábito de fumar con figuras públicas influyentes, atractivos y saludables, asociándolo al descanso, el éxito, estatus, playas y paisajes hermosos, muy lejos de su uso espiritual originario.

De hecho, uno de los compuestos más adictivos del tabaco, la nicotina, lleva el nombre del diplomático Francés: Jean Nicot (1530-1600) quien introdujo, popularizó y promovió el tabaco con un uso medicinal.

Hoy sabemos que la nicotina refuerza la conducta de fumar y facilita que se desarrolle una dependencia. Se absorbe rápidamente en la sangre, aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Produce efectos temporales, como aumento de la alerta, la concentración, y una mejora del estado de ánimo. 

Efectos de fumar en la piel 

Además de su asociación con diversas enfermedades sistémicas, fumar se asocia tanto al daño de tu piel como a la mala cicatrización de heridas, el envejecimiento prematuro, el carcinoma de células escamosas, el melanoma, el acné, la psoriasis y la caída del cabello.

Podría interesarte que un estudio señala que el desarrollo de tabaquismo en la adolescencia contribuye a la aparición de acné en la edad adulta. Esto porque el tabaquismo daña y debilita  las células, altera los niveles hormonales, lo que puede llevar a una mayor producción de grasa y obstrucción de los poros. Además retrasa la cicatrización, lo que dificulta que la piel se recupere de los brotes.

El acné por fumar se caracteriza por la presencia de espinillas, comedones abiertos (puntos negros) y cerrados (pequeños quistes del color de la piel). A su vez es más predominante y severo en las mujeres fumadoras.

También se ha demostrado que el tabaco te envejece, pues altera el colágeno y la elastina, provocando que surjan arrugas prematuras. 

Tabaquismo y salud sexual

El consumo de tabaco puede provocar trastornos del deseo y la libido. Algunas de sus consecuencias pueden ser: 

En personas con pene:

  • Daña los vasos sanguíneos que llevan sangre al pene, dificultando lograr o mantener una erección
  • Reduce la producción de espermatozoides y su concentración.
  • Afecta el equilibrio de la testosterona y a largo plazo disminuye su producción.

En personas con vulva:

  • Compromete la lubricación y el placer sexual en la vulva y vagina. 
  • Aumenta el riesgo de aborto espontáneo y embarazo ectópico. 
  • Reduce el peso de un bebé en gestación, aumenta el riesgo de nacimiento prematuro y parto complicado.

Fumar afecta tu salud digestiva y mental

El tabaco afecta a todo el sistema digestivo, con incidencia en patologías dentales y periodontales, aumento de la acidez, inflamación, desarrollo de úlceras, patología vascular intestinal y pancreatitis. Sobre esta última, es un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad, especialmente cuando se combina con el alcohol.

El tabaco provoca una alteración de la flora intestinal, promoviendo el crecimiento de bacterias dañinas y el desarrollo de cáncer, entre otras. 

Cabe destacar que cuando el estómago no funciona bien, también se ve afectada la salud mental y el rendimiento general. Esto se debe a que el sistema digestivo, conocido como nuestro “segundo cerebro”, cumple un rol clave en el procesamiento de emociones. El tabaquismo, al generar una inflamación crónica en esta zona, altera ese equilibrio y facilita un funcionamiento deficiente, afectando tanto lo físico como lo emocional.

¿Piensas en dejar de fumar?

Si quieres entender por qué dejar el tabaco puede ser tan difícil, te invitamos a leer el artículo “Fumar parece simple, pero no lo es”, donde abordamos cómo se instala este hábito y por qué genera dependencia.

Aún con esto, y entendiendo lo que hemos revisado, dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mejorar tu salud. Revisemos algunos de sus beneficios:

  • Te ayuda a mejorar la función pulmonar y reducir el riesgo de enfermedades respiratorias. 
  • Reduces el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto al corazón y el accidente cerebrovascular.
  • Reduces el riesgo de desarrollar un cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, la boca, la garganta y el esófago.
  • Mejora tu salud bucal.
  • Mejora tu producción hormonal.
  • Mejora tu salud intestinal, microbiota.
  • Mejora tu salud sexual y reproductiva.
  • Mejora la salud de tu piel y evitas el envejecimiento prematuro, entre otras.

Dejar de fumar puede ser un desafío, pero hay muchas opciones disponibles para ayudarte. Algunos de los métodos más efectivos incluyen:

  • Terapia de reemplazo de Nicotina: ayuda a reducir los síntomas de abstinencia.
  • Medicamentos: el primer paso es consultar a un médico, pero hay varios medicamentos disponibles.
  • Asesoramiento:  habla con un profesional de la salud para ayudarte a desarrollar un plan para dejar de fumar y encontrar los recursos adecuados para ti.
  • Busca información en línea: hay muchos recursos disponibles para ayudarte a dejar de fumar, incluyendo sitios web, aplicaciones y foros de discusión.

Si necesitas apoyo o más información para dejar de fumar, puedes llamar al 1412 Fono Drogas y Alcohol o chatear con especialistas en el sitio de SENDA: www.senda.gob.cl/orientacion

También puedes interactuar con SARAH una asistente basada en la IA de la Organización Mundial de la Salud.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Jessica Araya

Psicóloga Dirección de Salud Estudiantil UCH

Bienestar y Salud Mental

Conecta tus sentidos con la naturaleza: una guía para el bienestar emocional en la ciudad

Descubre cómo la conexión con la naturaleza urbana puede mejorar tu salud mental. Esta herramienta incluye ejercicios para reconectar con tu entorno, reducir el estrés y potenciar tu bienestar.

En esta guía práctica que hemos desarrollado desde Imhay en colaboración con el Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, queremos invitarte a mirar con otros ojos lo que te rodea: los árboles, el canto de los pájaros, el cielo, la tierra húmeda después de la lluvia.

Aun cuando nuestras ciudades estén llenas de ruido, pantallas y apuros, la naturaleza sigue presente, a veces silenciosa, esperando a que le prestemos atención. Basta con detenernos un momento para reconectar con ella. La evidencia científica es clara: el contacto con la naturaleza puede ayudarnos a reducir el estrés, levantar el ánimo y traer más calma a nuestros días. Y lo mejor de todo es que no hay una única forma de hacerlo: cada quien puede encontrar su propia manera de conectar.

En estas páginas encontrarás información sencilla y ejercicios fáciles de hacer para reconectarte con lo natural y, al mismo tiempo, cuidar tu bienestar emocional. No necesitas ir al campo o al bosque: una plaza, una ventana, una planta en tu casa o una caminata descalzo pueden ser suficientes.

Así que te invitamos a experimentar, a abrir tus sentidos y dejarte sorprender por todo lo que la naturaleza urbana tiene para ofrecerte.

Para complementar, te dejamos algunos recursos que ahondan sobre la relación entre la naturaleza y el bienestar

Si te interesa este contenido, quizás también puede ayudarte profundizar en la práctica del mindfulness como una forma de estar más presente y consciente en tu día a día. En este artículo te contamos en qué consiste y cómo empezar: ¿Qué es el mindfulness?

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Autor/a

Elisa Barrientos y Álvaro Langer

Núcleo para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes – Imhay.

Consumo de sustancias

Fumar parece simple, pero no lo es

Fumar tabaco parece un hábito cotidiano e inofensivo, pero esconde una potente adicción, cambios cerebrales y un ciclo difícil de romper.

El consumo de tabaco no tiene nada de simple, ni en sus efectos ni en sus consecuencias. Aunque fumar parece un acto cotidiano, rápido y hasta placentero, esconde una compleja interacción entre la química de la nicotina, el sistema de recompensa del cerebro y factores sociales que refuerzan su consumo. Esta combinación convierte al tabaco en una de las sustancias más adictivas y difíciles de dejar.

Lo que ocurre al fumar: nicotina y adicción

Fumar cigarrillos es la forma más común de consumir tabaco, pues se le agregan cientos de compuestos que acentúan su sabor y mejoran la absorción de la nicotina, haciéndolo atractivo y práctico. 

Al inhalar el humo del tabaco, el fumador promedio absorbe 1 a 2 miligramos de nicotina por cigarrillo, sustancia que alcanza rápidamente los niveles máximos en sangre e ingresa al cerebro. Un fumador habitual, aspira hasta 10 veces un cigarrillo en los escasos 5 minutos que lo mantiene encendido. Esto significa que al fumar diariamente un paquete de 20 cigarrillos estimuló su cerebro con nicotina unas 200 veces al día.

Inmediatamente después de fumar se produce una “subida”, debido a que provoca una descarga de adrenalina, estimula el cuerpo y provoca un aumento de la presión sanguínea, la respiración y el ritmo cardíaco. Al igual que otras drogas, la nicotina también activa los circuitos de recompensa del cerebro, los cuales regulan el refuerzo de la conducta de fumar.

Placer momentáneo y trampa

Cuando se administra nicotina, la gratificación en el cerebro genera un estado de euforia leve y momentánea, una sensación de bienestar. Sin embargo, la exposición repetida altera la sensibilidad e induce cambios en otros circuitos del cerebro vinculados al aprendizaje, al estrés y al autocontrol. 

La forma en que el organismo procesa esta sustancia contribuye a  desarrollar una adicción: cuando el humo del cigarrillo ingresa en los pulmones, pasa al torrente sanguíneo y llega rápidamente al cerebro, la nicotina alcanza su nivel máximo a los 10 segundos de la inhalación.

Sin embargo, los efectos agudos de la nicotina también se disipan con rapidez, junto con la sensación gratificante que produce; la brevedad de este ciclo impulsa al fumador a seguir fumando para mantener los efectos placenteros y evitar los síntomas de abstinencia. 

Si bien la nicotina puede estimular algunos aspectos cognitivos, como la capacidad para mantener la atención y memorizar la información, fumar se asocia con disminución cognitiva y riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer, lo cual sugiere que las “mejoras” que produce en lo inmediato no se compensan con las consecuencias negativas que tiene para el funcionamiento cognitivo a largo plazo.

Para muchas/os fumadores, el tocar, oler y mirar un cigarrillo, junto con el rito que implica conseguirlo, tomarlo, encenderlo y fumarlo, son factores que se asocian con los efectos placenteros del cigarrillo y pueden agudizar los síntomas de abstinencia o el deseo intenso de fumar. Estos procesos mantienen y refuerzan  el sistema de recompensa del cerebro, algo similar a lo que ocurre con otras adicciones. 

Síntomas y efectos negativos del consumo de tabaco

Cuando el consumidor habitual experimenta la falta de nicotina por un largo período, puede comenzar a sentir irritabilidad, deseo de consumo, depresión, ansiedad, déficit cognitivo y de atención, trastornos de sueño y aumento del apetito. Los síntomas pueden comenzar a las pocas horas de haber fumado el último cigarrillo.  

Además, las personas con abstinencia de nicotina pueden tener déficits neurocognitivos, problemas de atención o memoria, y afectación en el sueño. Para “evitarlos” siguen fumando, lo que genera un círculo vicioso en relación a los síntomas.

Muchos de quienes hoy son fumadores quieren dejar de fumar, y cada año la mitad de ellos se propone hacerlo de forma permanente; sin embargo, un pequeño porcentaje alcanza la meta. Algunos se motivan a dejar el tabaco buscando mejorar su salud, bajar los costos económicos o simplemente porque ya no desean tener síntomas incómodos como los respiratorios o los presentes a la hora de hacer un esfuerzo.

Aunque muchas veces sus efectos no se notan de inmediato, el tabaco daña progresivamente tu salud y apariencia. Te invitamos a profundizar en nuestro artículo “Fumar: Belleza y Salud en Riesgo”, donde exploramos cómo este hábito impacta tu piel, tu cuerpo y tu bienestar general.

El desafío de superar la abstinencia

Cuando una persona deja de fumar, los síntomas de abstinencia pueden ser intensos los primeros días posteriores al último cigarrillo fumado y, por lo general, disminuyen en unas pocas semanas. No obstante, depende de cada persona lo llevadero que sea.

Las terapias de reemplazo de nicotina como los chicles, los parches y los inhaladores, así como otros medicamentos aprobados, contribuyen a aliviar las molestias de la abstinencia. Las terapias conductuales ayudan a identificar las conductas asociadas, aplicar estrategias para evitarlas y manejar los sentimientos que surgen cuando no se pueden evitar. 

Dejar de fumar requiere ser perseverante, por eso la sugerencia es que no te habitúes al uso del tabaco, porque puede ser complejo e ingrato.

Si necesitas apoyo o más información para dejar de fumar, puedes llamar al 1412 Fono Drogas y Alcohol o chatear con especialistas en el sitio de SENDA: www.senda.gob.cl/orientacion

También puedes interactuar con SARAH una asistente basada en la IA de la Organización Mundial de la Salud.

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Fuentes: 

Autor/a

Jessica Araya

Psicóloga Dirección de Salud Estudiantil UCH

Bienestar y Salud Mental

Cuidado del sueño en la vida universitaria

El sueño es una función esencial para nuestro organismo, descubre sus funciones y cómo cuidarlo

El sueño es un estado fisiológico de descanso, rápidamente reversible, donde se reduce la capacidad de respuesta, la actividad motora y el metabolismo.

Arquitectura y etapas del sueño

El sueño se estructura en dos fases:

Sueño no REM: 

  • Etapa N1: transición de la vigilia al sueño. Corresponde al sueño más superficial y da cuenta del 5-10% del total del ciclo de sueño.
  • Etapa N2: es el 45-55% del ciclo total de sueño y corresponde a la etapa más larga del ciclo.
  • Etapa N3: también conocido como sueño profundo, corresponde al 10-20% del ciclo total de sueño. Habitualmente se presenta en la primera mitad de la noche.

Sueño REM (Rapid Eye Movement):

Se caracteriza por movimientos oculares constantes y pérdida del tono muscular. Da cuenta del 18-20% del total del ciclo de sueño. Aquí es donde se consolidan nuestros aprendizajes obtenidos durante el día.

El ciclo de sueño tiene una duración de 90-120 min. y se repite aproximadamente 4-5 veces en cada descanso.

Funciones del sueño

El sueño cumple múltiples funciones que involucran distintos procesos biológicos:

Sistema nervioso

El cerebro se repara y desintoxica durante el sueño. Además, se promueve la formación y mantención de conexiones neuronales, lo que mejora la función cognitiva y memoria.

Sistema cardiovascular

La presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyen durante el sueño, lo que permite que el corazón descanse y se repare. 

Sistema endocrino

Se liberan hormonas como la hormona del crecimiento, importante para la reparación y crecimiento celular, así como hormonas sexuales, hormonas que controlan el hambre y el cortisol. 

Insomnio: causas y consecuencias

El insomnio es un trastorno del sueño y un problema frecuente. Más de un tercio de la población lo ha presentado, siendo en la gran mayoría de los casos transitorio.

Cuando se vuelve persistente, se puede deber a múltiples causas como:  trastornos de salud mental, enfermedades metabólicas, neurológicas, entre otras. Una causa importante también es el uso de drogas y sustancias, que pueden causar dificultades por sus efectos directos o por abstinencia, generando molestias que pueden permanecer hasta meses luego de haber dejado de usarlas.

Los problemas del sueño traen consigo consecuencias negativas en el sistema inmune, cardiovascular y endocrino, como también efectos en las funciones cerebrales, sobre todo a nivel cognitivo. Por ejemplo, un estudio realizado en más de 55.000 estudiantes universitarios en EEUU, mostró que el mal dormir se asoció a un mayor riesgo de reprobación de asignaturas y a calificaciones más bajas. 

Para ahondar sobre esto te recomendamos leer nuestro artículo al respecto.

Medidas para dormir mejor

La higiene del sueño corresponde a una serie de medidas y hábitos prácticos, que han demostrado ser efectivos y que podemos implementar para mejorar la calidad de nuestro dormir. 

A continuación, te las explicamos:

  • En promedio los adultos necesitamos dormir entre 7-9 hrs, pero esto cambia para cada persona. Conócete y ve cuanto es tu propia necesidad de horas de sueño.
  • Intenta acostarte y levantarte todos los días a la misma hora, incluso los fines de semana. 
  • Dentro de lo posible, trata de evitar las siestas. Si vas a tomar una, que no sea de más de 20 a 30 minutos y antes de las 16:00 hrs.
  • La cafeína puede repercutir en nuestro sueño. No consumas café o bebidas energéticas más allá de las 16:00 hrs.  
  • El cigarro nos activa. Evita fumar 2 horas antes de irte a dormir.
  • Tanto el alcohol como la marihuana pudieran parecer que nos ayudan a dormir, sin embargo, generan una alteración importante de la estructura de nuestro sueño, haciéndolo de muy mala calidad.
  • Genera un ambiente propicio para el sueño:  libre de luz, ruido y con una temperatura adecuada.
  • Si te despiertas en la noche, no mires el reloj. Si te cuesta volver a dormir, no te quedes en cama, levántate y da una vuelta.
  • Evita hacer otras actividades en la cama, la cama debería ser solo utilizada para dormir y para la actividad sexual.
  • El ejercicio es una buena herramienta para ayudarnos a conciliar el sueño, pero realizarlo muy cerca de la hora de acostarnos puede tener el efecto contrario. Intenta hacer actividad física hasta 4 horas antes de irte a dormir.
  • En la noche prefiere comidas livianas o intenta dejar tu última comida al menos 2 horas antes de dormir.

Como hemos revisado, el sueño cumple un rol central en la mantención y cuidado de nuestra salud física y mental. Estas medidas han probado ayudar a la mayoría de las personas a obtener un dormir de buena calidad.

Si pese a adoptar estas medidas por más de 1 mes las molestias persisten o afectan de manera importante tu desempeño, la recomendación es acudir a una evaluación médica para analizar tu situación particular, y poder brindarte ayuda en base a tus propias necesidades y contexto.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Psicofarmacología Esencial de Stahl. Bases Neurocientíficas y aplicaciones prácticas. 5ta Edición. 2023
  • Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Julio Vallejo Ruiloba, 2015.
  • Stages and architecture of normal sleep: Douglas B Kirsch, MD, FAASM: Susan M Harding, MD, FCCP, AGAF : April F Eichler, MD, MPHAll. Mar 2025.
  • Hartmann ME, Prichard JR. Calculating the contribution of sleep problems to undergraduates’ academic success. Sleep Health. 2018 Oct;4(5):463-471. doi: 10.1016/j.sleh.2018.07.002. Epub 2018 Aug 3. PMID: 30241662.
  • Baranwal N, Yu PK, Siegel NS. Sleep physiology, pathophysiology, and sleep hygiene. Prog Cardiovasc Dis. 2023 Mar-Apr;77:59-69. doi: 10.1016/j.pcad.2023.02.005. Epub 2023 Feb 24. PMID: 36841492.

Autor/a

Esteban Gutiérrez, Karla Moreno, Rodrigo Palma

Residentes de Psiquiatría – Universidad de Chile

Bienestar y Salud Mental

Enfermedad celíaca: ¿Qué implica vivir sin gluten?

La enfermedad celíaca es una condición autoinmune que exige eliminar por completo el gluten de la dieta. Conocer sus síntomas, riesgos asociados y el impacto en la salud mental es clave para mejorar la calidad de vida.

La enfermedad celíaca es mucho más que una intolerancia al gluten: se trata de una enfermedad autoinmune que afecta al intestino delgado, en la que los anticuerpos de los pacientes reaccionan contra el gluten ingerido en los alimentos que componen nuestra dieta. Es la enfermedad crónica intestinal más frecuente y su prevalencia se sitúa en torno al 1 % de la población mundial.

Puede provocar serias complicaciones si no se diagnostica y trata adecuadamente. Desde síntomas digestivos clásicos hasta alteraciones neurológicas o del estado de ánimo, sus manifestaciones son variadas y a menudo pasan desapercibidas.

Entender sus causas, sus efectos en la salud física y mental, y cómo llevar una dieta segura, es fundamental para el bienestar de las personas celíacas y su entorno.

¿Qué es el gluten y en qué alimentos se encuentra?

El gluten es una fracción de las proteínas del endosperma de los granos de diversos cereales (trigo, centeno, cebada) que tienen elevados residuos de prolina y glutamina, capaces de estimular la respuesta inmune en las personas con enfermedad celíaca. 

Estas proteínas le otorgan propiedades espesantes y elásticas a las harinas, lo que explica su uso extendido en la industria alimentaria. Por ello, el gluten puede encontrarse en una amplia variedad de productos manufacturados elaborados a partir de materias primas que lo contienen.

Síntomas de la enfermedad celíaca

Los síntomas clásicos son los relacionados con problemas intestinales, como la diarrea y la malabsorción, que provocan pérdida de peso y déficits nutricionales. 

A pesar de esto, la mitad de los casos diagnosticados son asintomáticos o clínicamente atípicos, asociados a anemia (debido a la malabsorción de hierro), osteoporosis u osteopenia (malabsorción de calcio y vitamina D), alteraciones músculo esqueléticas y neurológicas, endocrinopatías y enfermedades epidérmicas.

dolor abdominal por enfermedad celiáca

Enfermedad celiaca y su impacto en salud mental

Se ha observado que las personas con enfermedad celíaca tienen una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos, como la depresión y la ansiedad. Esto puede deberse a diversos factores, incluidas las dificultades asociadas con la adherencia a una dieta libre de gluten, la presencia de síntomas gastrointestinales que afectan la calidad de vida y el estrés psicológico asociado con el manejo de la enfermedad. 

Además, la enfermedad celíaca puede interferir en la absorción de nutrientes esenciales, lo que puede afectar el funcionamiento del cerebro y contribuir a problemas de salud mental. 

La malabsorción de ciertos nutrientes, como el ácido fólico y la vitamina B12, se ha relacionado con el desarrollo de trastornos del estado de ánimo, como la depresión.

Consejos para llevar una dieta sin gluten

Para llevar una correcta dieta sin gluten se aconseja tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Consumir productos naturales o genéricos (fruta, verdura, carne, pescado o legumbres), es decir, los que son libres de gluten por naturaleza.
  • Evitar productos comercializados a granel, ya que tienen mayor riesgo de haber sufrido contaminación cruzada con alimentos que contienen gluten.
  • Almacenar los alimentos sin gluten en un lugar separado de los alimentos que lo contengan.
  • Mantener las superficies donde cocinas y las áreas de almacenamiento de alimentos limpias.
  • Usar tablas de cortar, equipos de cocina y utensilios diferentes para los alimentos sin gluten. Por ejemplo, usar una tostadora exclusiva para pan sin gluten.
  • Leer los menús de los restaurantes en línea con antelación, a fin de asegurarte de que tengan opciones para ti.
  • Es importante explicar en nuestro entorno (familia, amigos, universidad, trabajo, actividades, etc.) qué alimentos puedes consumir y cuáles no, recordando la importancia de evitar el contacto cruzado y explicando cuáles son las consecuencias de que se produzcan transgresiones de la dieta.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Andrea Aedo Palma

Nutricionista DSE y DIRBDE

Bienestar y Salud Mental

Problemas de Salud Mental

Crisis de pánico: qué es y cómo afrontarla

Aprendamos sobre las crisis de pánico, por qué ocurren y algunas estrategias para manejarlas y prevenir su impacto en tu bienestar.

Los síntomas relacionados a la ansiedad son uno de los aspectos con mayor prevalencia en la salud mental de la población chilena. Según datos de la octava ronda del “Termómetro de Salud Mental en Chile Achs-UC”, un 24,8% del total de encuestados presentan problemas relacionados a sintomatología ansiosa, lo que representa un aproximado de 1 de cada 4 chilenos. 

En caso de no ser abordadas, a largo plazo estas problemáticas pueden traer consecuencias más negativas e intensas, como lo son las crisis de pánico. 

¿Qué es una crisis de pánico?

Se define como la aparición repentina de una sensación intensa de miedo que se desencadena por la percepción de un peligro que no es necesariamente real y, en ocasiones, sin un gatillante aparente. 

Viene de la mano de síntomas como palpitaciones, sudoración, miedo a morir o volverse loco/a, temblores, mareo, inestabilidad, escalofríos, sensación de falta de aire y pérdida de control, entre otros aspectos. 

En caso de que los ataques de pánico se vuelvan repetitivos y sean inesperados o difíciles de identificar, podemos hablar de un trastorno de pánico, en donde prevalece un constante miedo o estado de alerta ante la posibilidad de volver a sufrir tales experiencias. 

Ilustración crisis de pánico

Si bien no hay certeza de las causas específicas del orígen de las crisis de pánico, se piensa que están asociadas factores como:

  • Una posible falla en el sistema de alarma a la hora de presentarse situaciones estresantes.
  • Predisposición genética.
  • Exposición constante a situaciones y estímulos que causan estrés

Teniendo en cuenta esto, te invitamos a leer nuestro artículo sobre la forma de abordar la ansiedad en el contexto académico.

Recomendaciones ante una crisis de pánico

El primer paso es intentar prevenir. Para ello puede ser de utilidad identificar aspectos cotidianos que podrían desencadenar un episodio: relaciones conflictivas, problemas familiares, periodos de evaluaciones, entre otros, pueden ser estresores que incrementen las probabilidades de experimentar una crisis de pánico. 

En caso de estar experimento una crisis, es recomendable fijar la atención en algo que no esté relacionado a la sensación que esta genera. Por ejemplo, es útil llevar la atención a elementos del entorno que se puedan percibir a través de los sentidos: observar alrededor e identificar los objetos que puedes ver y nombrarlos en voz alta, tocar algún objeto de material agradable al tacto, oler o degustar algo placentero, etc. 

También se puede armar un pequeño “botiquín sensorial” portátil, que contenga elementos que ayuden a conectar con los sentidos y retomar la calma.

Tocar el pasto puede ayudarte a retomar la calma ante una crisis de pánico

Asimismo, es recomendable realizar respiraciones profundas y largas, tratando de llevar el aire al abdomen. Esto ayuda a dar la señal al organismo de que es posible volver a un estado de tranquilidad.

Es importante intentar enfocarse en el aquí y el ahora. En la medida que se pueda, y cuando ya se está en mayor calma, es bueno intentar reconocer si el pensamiento gatillado por la crisis es racional o no, además de realizar técnicas de relajación.

Importante: Si estos episodios se dan de manera reiterativa o están afectando la calidad de vida, es necesario solicitar ayuda a un profesional de salud mental que pueda apoyar para la comprensión y manejo del problema.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Carlos Banse Toledo

Psicólogo clínico DSE

Bienestar y Salud Mental

Primeros Auxilios en Salud Mental: Cómo ayudar a alguien que ha vivido un evento traumático

Revisa una guía práctica con herramientas para brindar apoyo a personas que han vivido situaciones traumáticas.

¿Sabes cómo actuar si alguien cercano sufre una crisis tras un evento traumático?

Esta Guía de Primeros Auxilios en Salud Mental es un recurso fundamental que entrega herramientas prácticas y culturalmente adaptadas para brindar ayuda emocional efectiva.

Elaborada por expertos de Chile, Argentina y Australia, está pensada para estudiantes, cuidadores informales y profesionales que se enfrentan a situaciones de trauma en contextos cotidianos o de emergencia.

Con ella aprenderás a identificar señales de estrés postraumático, comunicarte de forma empática, y qué hacer en situaciones como flashbacks, crisis de ansiedad o experiencias de abuso.

¡Descárgala o revisa el PDF directamente desde nuestra plataforma!

Para complementar, te dejamos algunos recursos audiovisuales que ahondan sobre el trauma y sus implicancias en nuestra salud mental.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Autor/a

MENTAL HEALTH FIRST AID

Chile – Argentina

Bienestar y Salud Mental

¿Qué es Salud? Una mirada más allá de lo físico e individual

Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud en conmemoración de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero, ¿qué entendemos por este concepto? Te invitamos a reflexionar.

La OMS define Salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición, si bien amplía el concepto de salud a una mirada del bienestar integral de las personas, no lo separa de la idea de estar libres de enfermedad.

En la actualidad encontramos otras definiciones que apuntan a entender la salud como un proceso de constante equilibrio que la persona establece entre las dimensiones física, psicológica y social. La salud, entonces, depende más bien del grado en que la persona va alcanzando un estado de equilibrio consigo misma y con su entorno, que le permite disfrutar al máximo de la vida, independientemente de la presencia de una enfermedad.

Así, aun cuando una persona puede presentar una enfermedad que afecte en mayor o menor medida este equilibrio, puede seguir llevando a cabo acciones que le permitan desarrollar lo mejor posible este bienestar en relación consigo misma y con su entorno.

La salud es un proceso dinámico en el que influyen muchos factores: ambientales, biológicos, conductuales, sociales, económicos, culturales, entre otros; varios de los cuales escapan al control individual directo de las personas. Dentro de éstos se encuentran los llamados determinantes sociales de la salud.

Salud en contexto

Los determinantes sociales de la salud refieren a las condiciones en las que las personas viven y se desarrollan, determinando las circunstancias de su vida diaria. Ejemplos de determinantes sociales son el contexto socioeconómico y político, las normas y valores culturales, la educación, la posición social, las condiciones materiales de vida, el acceso a servicios de salud, entre otros.

Como es de suponer, estas condiciones pueden ser muy diferentes para distintos grupos de una misma sociedad, lo que puede dar origen a inequidades, es decir, a diferencias innecesarias y evitables que afectan la salud de las personas.

Por este motivo es que la Promoción de Salud se torna tan relevante, en tanto refiere al proceso político y social global que busca que todas las personas alcancen su máximo potencial de salud, teniendo en cuenta las condiciones sociales subyacentes. Este proceso integra tanto acciones orientadas a fortalecer habilidades que les permitan a las personas y comunidades tomar decisiones asertivas a nivel de cuidado de su salud, así como acciones que apuntan a modificar las condiciones estructurales sociales, ambientales y económicas en las que las personas viven y que, sin duda, también impactan en su salud.

Salud integral: acciones y reflexiones


Desde este marco podemos plantear algunas reflexiones para ambos niveles:

Desde lo individual, es importante incorporar acciones que nos permitan potenciar nuestra salud, donde el enfoque de la medicina del estilo de vida nos orienta a practicar actividad física de manera regular, cuidar el sueño para que sea reparador, aprender a gestionar el estrés, evitar o al menos disminuir el consumo de sustancias nocivas, llevar una alimentación variada y nutritiva y cultivar nuestras relaciones interpersonales y redes de apoyo.

Todas estas recomendaciones son relevantes, sobre todo en la etapa universitaria, que suele ser un momento desafiante de la vida, lleno de cambios, de nuevas responsabilidades, pero también de descubrimientos y crecimiento. Se trata de un momento de la vida que, a nivel de desarrollo evolutivo, coincide con la adultez emergente, que abarca de los 18 a 29 años y que se sitúa entre la adolescencia y adultez. 

Es una etapa que se caracteriza por la exploración, construcción y consolidación de la identidad, por el establecimiento y fortalecimiento de los vínculos y por la adquisición de nuevas responsabilidades, así como la toma de decisiones importantes para la vida, lo que sin duda puede ser muy tensionante. Por eso, para abordar todos estos desafíos y disfrutar esta etapa es importante cuidar de nuestra salud, entendiéndola como un bienestar integral. 

Asimismo, y aunque el desarrollo personal es fundamental, la promoción de la salud nos impulsa a ir más allá y reflexionar respecto a nuestros contextos y relaciones, a preguntarnos sobre cuáles son los factores que están condicionando nuestra salud en esta etapa.

Además, nos invita a preguntarnos cómo habitamos los espacios universitarios y cómo podemos hacerlos más saludables, a mirar qué tipo de relaciones establecemos, cómo participamos de las instancias comunitarias y, finalmente, a reflexionar sobre la comunidad que estamos construyendo.

Desde esta perspectiva, la invitación es a pensar y desarrollar en conjunto acciones que aporten a generar una cultura de cuidado comunitario de la salud desde la lógica del bienestar integral, donde todas y todos, independiente del rol que tengamos, podemos ser un aporte.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Irma Ahumada Valdivia

Psicóloga Dirección de Salud Estudiantil UChile

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2023, Universidad de Chile