El TEA es un espectro que se manifiesta de maneras muy distintas en cada individuo. Te invitamos a revisar algunas de ellas…
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo presente en muchos adultos. Conocer cómo se manifiesta es clave para construir una comunidad universitaria inclusiva.
¿Qué es el Trastorno del Espectro Autista?
El TEA es un espectro que se manifiesta de manera muy distinta en cada individuo, impactando en la comunicación, la interacción social y la percepción del entorno. Con el tiempo las personas adultas con TEA suelen desarrollar estrategias para sortear los desafíos que esto puede implicar, sin embargo, pueden enfrentar algunas dificultades. Algunos ejemplos son la preferencia por rutinas rígidas, una gran sensibilidad en los sentidos y dificultades para comprender algunas normas sociales.
Es importante recalcar que el TEA no es una enfermedad. Las personas con esta condición aportan una perspectiva de vida única y tienen los mismos derechos que cualquier otra persona dentro de la sociedad y de la comunidad universitaria.
Manifestaciones del TEA en la adultez
Si bien las manifestaciones del TEA en la adultez son únicas para cada persona, hay algunas que se repiten, dentro de las que podemos encontrar:
- Dificultades en la comunicación social: puede manifestarse como dificultad para interpretar emociones, lenguaje no verbal y reglas no escritas.
- Comportamientos repetitivos: la rutina rígida o una fuerte preferencia por ella es común. Los cambios inesperados pueden generar ansiedad.
- Hipersensibilidad sensorial: algunas personas pueden ser muy sensibles a ruidos fuertes, luces brillantes o ciertas texturas.
- Intereses intensos: es común que las personas con TEA presenten intereses profundos y específicos, que pueden convertirse en una fuente de gran conocimiento.
- Dificultades con la interacción social: A veces las situaciones sociales pueden ser agotadoras o confusas, y pueden preferir la tranquilidad o grupos pequeños.
Estas características no son ni exclusivas ni constantes, sino que varían en cada persona, por lo que es importante evitar los estereotipos.
Estrategias de autocuidado para adultos con TEA
Las prácticas de autocuidado pueden apoyar el bienestar físico, mental y emocional de las personas con TEA en el entorno universitario.
Algunas estrategias útiles para adultos con TEA son:
Crear una rutina predecible
Estructurar el día con rutinas predecibles reduce el riesgo de sentir ansiedad. Las aplicaciones de organización y recordatorios pueden ser útiles para planificar actividades académicas y de ocio, evitando la sobrecarga.
Establecer límites sensoriales
Es fundamental identificar los estímulos que provocan incomodidad. En la universidad es más fácil lidiar con la sobrecarga sensorial utilizando herramientas como auriculares para reducir el ruido, gafas de sol y buscar lugares tranquilos.
Aplicar ejercicios de relajación
Técnicas como la respiración profunda, el mindfulness y la meditación ayudan a controlar el estrés. Estas prácticas pueden realizarse en cualquier momento para mantener el equilibrio emocional en situaciones de presión académica o social.
Cuidar la salud física
Dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio son componentes esenciales del bienestar. La actividad física puede adaptarse a las preferencias individuales. Caminar o practicar yoga pueden contribuir a mantener el equilibrio emocional.
Desarrollar habilidades sociales de manera progresiva
El desarrollo progresivo de habilidades sociales es útil. Cuando la comunidad involucra a las personas con TEA en entornos pequeños y seguros, facilita la interacción sin que se sientan abrumadas.
Buscar redes de apoyo
Las redes de apoyo son fundamentales para el bienestar emocional. Grupos de amigos, familiares, compañeros de clase y otros recursos universitarios, como servicios de consejería y tutoría, pueden ser de gran apoyo para cualquier estudiante al enfrentarse a las demandas académicas.
Aprender a pedir ayuda
Pedir ayuda cuando se necesita es un acto de autocuidado en sí mismo. La comunidad estudiantil tiene el derecho de solicitar adaptaciones académicas y recursos.
Pedir apoyo a tiempo puede promover un funcionamiento más independiente y óptimo.
Conclusión
El TEA en adultos es una realidad diversa que debe ser comprendida y respetada dentro de la comunidad universitaria. La inclusión, el respeto a la neurodiversidad y el apoyo adecuado fortalecen a toda la comunidad estudiantil en beneficio de todos. Un entorno de compasión y accesibilidad en todos los niveles no solo beneficia a las personas con TEA, sino también a todos los miembros de la universidad.
“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.
Fuentes:
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