Bienestar y Salud Mental

Psicoeducación

Primeros Auxilios en Salud Mental: Cómo ayudar a alguien que ha vivido un evento traumático

Revisa una guía práctica con herramientas para brindar apoyo a personas que han vivido situaciones traumáticas.

¿Sabes cómo actuar si alguien cercano sufre una crisis tras un evento traumático?

Esta Guía de Primeros Auxilios en Salud Mental es un recurso fundamental que entrega herramientas prácticas y culturalmente adaptadas para brindar ayuda emocional efectiva.

Elaborada por expertos de Chile, Argentina y Australia, está pensada para estudiantes, cuidadores informales y profesionales que se enfrentan a situaciones de trauma en contextos cotidianos o de emergencia.

Con ella aprenderás a identificar señales de estrés postraumático, comunicarte de forma empática, y qué hacer en situaciones como flashbacks, crisis de ansiedad o experiencias de abuso.

¡Descárgala o revisa el PDF directamente desde nuestra plataforma!

Para complementar, te dejamos algunos recursos audiovisuales que ahondan sobre el trauma y sus implicancias en nuestra salud mental.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Autor/a

MENTAL HEALTH FIRST AID

Chile – Argentina

Bienestar y Salud Mental

Psicoeducación

¿Qué es Salud? Una mirada más allá de lo físico e individual

Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud en conmemoración de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero, ¿qué entendemos por este concepto? Te invitamos a reflexionar.

La OMS define Salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición, si bien amplía el concepto de salud a una mirada del bienestar integral de las personas, no lo separa de la idea de estar libres de enfermedad.

En la actualidad encontramos otras definiciones que apuntan a entender la salud como un proceso de constante equilibrio que la persona establece entre las dimensiones física, psicológica y social. La salud, entonces, depende más bien del grado en que la persona va alcanzando un estado de equilibrio consigo misma y con su entorno, que le permite disfrutar al máximo de la vida, independientemente de la presencia de una enfermedad.

Así, aun cuando una persona puede presentar una enfermedad que afecte en mayor o menor medida este equilibrio, puede seguir llevando a cabo acciones que le permitan desarrollar lo mejor posible este bienestar en relación consigo misma y con su entorno.

La salud es un proceso dinámico en el que influyen muchos factores: ambientales, biológicos, conductuales, sociales, económicos, culturales, entre otros; varios de los cuales escapan al control individual directo de las personas. Dentro de éstos se encuentran los llamados determinantes sociales de la salud.

Salud en contexto

Los determinantes sociales de la salud refieren a las condiciones en las que las personas viven y se desarrollan, determinando las circunstancias de su vida diaria. Ejemplos de determinantes sociales son el contexto socioeconómico y político, las normas y valores culturales, la educación, la posición social, las condiciones materiales de vida, el acceso a servicios de salud, entre otros.

Como es de suponer, estas condiciones pueden ser muy diferentes para distintos grupos de una misma sociedad, lo que puede dar origen a inequidades, es decir, a diferencias innecesarias y evitables que afectan la salud de las personas.

Por este motivo es que la Promoción de Salud se torna tan relevante, en tanto refiere al proceso político y social global que busca que todas las personas alcancen su máximo potencial de salud, teniendo en cuenta las condiciones sociales subyacentes. Este proceso integra tanto acciones orientadas a fortalecer habilidades que les permitan a las personas y comunidades tomar decisiones asertivas a nivel de cuidado de su salud, así como acciones que apuntan a modificar las condiciones estructurales sociales, ambientales y económicas en las que las personas viven y que, sin duda, también impactan en su salud.

Salud integral: acciones y reflexiones


Desde este marco podemos plantear algunas reflexiones para ambos niveles:

Desde lo individual, es importante incorporar acciones que nos permitan potenciar nuestra salud, donde el enfoque de la medicina del estilo de vida nos orienta a practicar actividad física de manera regular, cuidar el sueño para que sea reparador, aprender a gestionar el estrés, evitar o al menos disminuir el consumo de sustancias nocivas, llevar una alimentación variada y nutritiva y cultivar nuestras relaciones interpersonales y redes de apoyo.

Todas estas recomendaciones son relevantes, sobre todo en la etapa universitaria, que suele ser un momento desafiante de la vida, lleno de cambios, de nuevas responsabilidades, pero también de descubrimientos y crecimiento. Se trata de un momento de la vida que, a nivel de desarrollo evolutivo, coincide con la adultez emergente, que abarca de los 18 a 29 años y que se sitúa entre la adolescencia y adultez. 

Es una etapa que se caracteriza por la exploración, construcción y consolidación de la identidad, por el establecimiento y fortalecimiento de los vínculos y por la adquisición de nuevas responsabilidades, así como la toma de decisiones importantes para la vida, lo que sin duda puede ser muy tensionante. Por eso, para abordar todos estos desafíos y disfrutar esta etapa es importante cuidar de nuestra salud, entendiéndola como un bienestar integral. 

Asimismo, y aunque el desarrollo personal es fundamental, la promoción de la salud nos impulsa a ir más allá y reflexionar respecto a nuestros contextos y relaciones, a preguntarnos sobre cuáles son los factores que están condicionando nuestra salud en esta etapa.

Además, nos invita a preguntarnos cómo habitamos los espacios universitarios y cómo podemos hacerlos más saludables, a mirar qué tipo de relaciones establecemos, cómo participamos de las instancias comunitarias y, finalmente, a reflexionar sobre la comunidad que estamos construyendo.

Desde esta perspectiva, la invitación es a pensar y desarrollar en conjunto acciones que aporten a generar una cultura de cuidado comunitario de la salud desde la lógica del bienestar integral, donde todas y todos, independiente del rol que tengamos, podemos ser un aporte.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Irma Ahumada Valdivia

Psicóloga Dirección de Salud Estudiantil UChile

Psicoeducación

Sexualidad y Afectividad

Diversidad de identidades y expresiones de género

Revisemos la diversidad de identidades y expresiones de género, entendiendo cómo impactan en nuestra vida y bienestar.

Hasta que el sexólogo John Money empezara a trabajar con niñeces bajo el concepto de identidad de género, socialmente entendíamos que lo que distinguía a un hombre de una mujer estaba marcado por su genitalidad (pene/vagina) y, bajo esa lógica, esperábamos una supuesta correspondencia entre dichos genitales y un número de otras características asociadas a ese género; si alguien tenía pene, entonces suponíamos su orientación sexual (hacia las mujeres), su forma de ser (activo) y cómo debía mostrarse ante los demás (debía verse masculino).

Sin embargo, a partir del desarrollo de las teorías en torno al género y la sexualidad, hoy sabemos que cada una de esas características no define el conjunto. Las personas somos diversas, podemos experimentar distintos tipos de combinaciones entre genitalidad, deseo, orientación sexual, expresión de género e identidad de género, etc.

Y no solo eso, pues esta diversidad tampoco es estática, puede variar a lo largo del ciclo vital, al igual que otros aspectos de nuestra identidad. Esto quiere decir que probablemente nos sintamos distintos respecto a nuestro género en la infancia que en la vejez, o en la adultez respecto de la adolescencia, e iremos incorporando o tensionándonos con distintos aspectos de esa diversidad en nuestra identidad.

Identidad y expresión de género: más allá de lo que nos asignan al nacer

Cuando hablamos de identidad de género, no sólo nos referimos a las personas trans, sino al desarrollo de la identidad en torno al género que atravesamos todas las personas a lo largo de nuestro ciclo vital. Así mismo, los comportamientos, actitudes y apariencias bajo las que manifestamos nuestra identidad de género, será conceptualizado como expresión de género.

Cuando hacemos la distinción entre cis o trans, nos referimos a la posición que tomamos respecto del sexo que se nos ha asignado al nacer: una persona cis género es aquella que se identifica en concordancia con el sexo que se le asignó al nacer, en cambio, una persona trans, es aquella que se identifica con un género distinto al sexo asignado al nacer.

En muchas ocasiones una persona que se identifica como transgénero realiza una serie de acciones o decisiones sobre su cuerpo que pueden ir desde la forma en la que se viste, hasta recibir algún tipo de tratamiento médico para modificarlo. Pero, si lo pensamos más detenidamente, esto no es exclusivo de las personas trans: todas las personas expresamos nuestra identidad a través de distintos aspectos de nuestra vestimenta o actitudes, o realizamos modificaciones en nuestro cuerpo sin necesidad de ser trans (por ejemplo, usar aros, recibir tratamiento hormonal por alguna condición de salud o someternos a alguna intervención quirúrgica por temas estéticos). Cada una de esas acciones y decisiones buscan, en algún punto, afirmar nuestra identidad y darnos coherencia respecto a cómo nos vemos a nosotres mismes. 

Así como la diversidad de identidades y expresiones, la forma en la que cada persona decide consolidar su identidad depende de la singularidad de su experiencia.

Si bien solemos pensar que los temas de género competen únicamente a las mujeres, o bien, a miembros de la comunidad LGTBIQ+, lo cierto es que el género es una cuestión que está presente en la experiencia social y humana, y por tanto todas, todos y todes colaboramos con las formas en que experimentamos el género. Reducirlo únicamente a la genitalidad nos priva de la riqueza y la diversidad que caracteriza a la especie humana.

Por esto es importante que los entornos familiares, educativos y laborales en los que nos desenvolvemos validen las formas en las que expresamos nuestra identidad, ya que esto colabora tanto en nuestro bienestar como en nuestra salud mental.

Desde el año 2022 nuestra casa de estudios cuenta con una Política de Igualdad de Género que busca superar las desigualdades, discriminaciones y brechas de género que existen en todos los ámbitos del quehacer de la Universidad. Esto incluye el respeto a la identidad de género de sus integrantes, así como prevenir que exista cualquier tipo de discriminación en base a esta.

Si necesitas información sobre el protocolo contra el acoso y la discriminación, puedes hacer click aquí. También puedes revisar el Instructivo sobre el Uso del Nombre Social.

Para mantenerte actualizadx respecto a las acciones de la Universidad de Chile en materia de género, te recomendamos seguir las redes de la Dirección de Igualdad de Género (DIGEN).

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Fernández, A. M. (2017). Las lógicas sexuales actuales y sus com-posiciones identitarias. En I. Meler (Ed.), Psicoanálisis y género, escritor sobre el amor, el trabajo, la sexualidad y la violencia. Paidos.
  • García-Leiva, P., (2005). Identidad de género: Modelos explicativos. Escritos de Psicología – Psychological Writings, (7), 71-81.
  • Ojeda, T.; Sierra, R., (2024). Revisión Cass: Contexto de la Discusión y Claves de Análisis.

Salvador Bello

Autor/a

Salvador Bello Schlack

Psicólogo Equipo Género DSE

Psicoeducación

Vínculos y Comunidad

8M: ¿Qué tenemos que ver los varones?

¿Qué rol pueden tener los varones en el 8M? Más allá de hacerse a un lado, proponemos acciones para reflexionar y contribuir activamente.

Si estás leyendo este artículo, probablemente te habrá llamado la atención que hablemos de varones un 8 de marzo, y no de sus protagonistas, las mujeres.

Como es de público conocimiento el 8 de marzo se conmemora -distinto a celebración- el día internacional de la mujer en honor a las mártires de Chicago (mujeres trabajadoras que murieron quemadas en su lugar de trabajo).

Este día ha alcanzado especial relevancia los últimos años porque ha permitido visibilizar las condiciones de desigualdad en las que viven las mujeres respecto de los hombres.

En Chile, se han convertido en tradición las marchas que se realizan en conmemoración de este día, y que agrupan a mujeres y organizaciones de mujeres en los distintos centros urbanos del país. Así como actividades y conversatorios en los centros de trabajo o de estudio. Como ejemplo, este año nuestra casa de estudios realizó un panel de conversación titulado ‘Desafíos de la Agenda de Igualdad de Género en el actual contexto político y social: el rol de las universidades’ , el día viernes 7 de marzo.

La marcha 8M se realiza cada año en Chile

Es en este contexto que resulta pertinente la pregunta: ¿qué rol tenemos – o podemos tener- los varones en un día como este?

Una de las primeras ideas que se nos puede venir a la cabeza es hacernos a un lado, no pronunciarnos o dejar que las mujeres vivan con protagonismo este día. Sin embargo, si tenemos la inquietud, la motivación o consideramos que podemos ser un aporte en disminuir las desigualdades históricas que viven las mujeres, hay acciones concretas que podemos ensayar este día (y digo ensayar porque, si queremos comprometernos con esta lucha, es necesario que podamos ejercitar estas acciones durante todo el año).

  1. Facilita los espacios de organización y participación de las mujeres con las que convives, trabajas o estudias: puede ser desde quedarte trabajando en reemplazo de tu(s) compañera(s) de trabajo o asumir las responsabilidades que usualmente realiza tu compañera, amiga, hermana o familiar, para que estas puedan participar y organizarse este día.
  2. Respeta los espacios separatistas: en ocasiones pensamos que el feminismo es uno solo, o que no existen diferencias en el pensamiento feminista. Todo lo contrario, existen muchos feminismos, cada uno con sus propios énfasis, con discusiones y tensiones. Si te encuentras con un espacio separatista (que solo considera la participación de mujeres, por ejemplo, en la marcha) se respetuoso, puedes participar de otro segmento de la marcha que tengan espacios mixtos.
  3. Convoca a otros varones a reflexionar sobre el género y la sexualidad y cómo tomamos parte en ello (aquí un insumo): Puedes organizar una charla o la discusión de algún tema (con el respaldo de algún texto) y plantearte preguntas junto a otros sobre cómo podemos aportar y trabajar por la igualdad de género. Como señala el politólogo argentino, Luciano Fabbri, “para que el patriarcado caiga, tenemos que dejar de sostenerlo”.
  4. Adopta una escucha activa: podemos tomar atención a las distintas demandas, reflexiones o malestares que las mujeres de nuestro alrededor enuncian en el marco de este día, y reflexionar sobre cómo podemos colaborar el resto del año en esta lucha por la igualdad.

Si algunas de las reflexiones o demandas que surgen en el marco de esta conmemoración te remueven o interpelan, puedes consultar en el espacio de atención de la Dirección de Salud Estudiantil y podemos organizar un taller o una charla, no solo este día, sino que durante el año.

No dudes en escribirnos con copia a los siguientes correos: 

  • Dirección de Salud Estudiantil: <dse.uchile@uchile.cl>
  • Psicólogo Equipo Género: Salvador Bello Schlack <salvador.bello@uchile.cl>
  • Equipo Comunidad Saludable (Organización de talleres e intervenciones territoriales): <irmahumada@u.uchile.cl>

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Salvador Bello

Autor/a

Salvador Bello Schlack

Psicólogo Equipo Género DSE

Psicoeducación

Vínculos y Comunidad

8M: ¿Memorias de un pasado o la agenda pendiente?

Un análisis sobre los desafíos que nos presenta el 8M, con el propósito de repensar nuestras tareas en la construcción de un futuro más justo.

Han transcurrido casi 114 años de la primera conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, promulgada tras una serie de sucesos históricos que convergieron en transformar el 8 de marzo en un día de reconocimientos y lucha por las reivindicaciones de mujeres del mundo ante las deplorables y abusivas condiciones salariales y laborales, su carente derecho a sufragio, el inexistente ejercicio a decidir deliberadamente sobre su cuerpo, su salud y reproducción sexual, etc. 

Estos elementos nos llevan a repensar sobre los avances y las problemáticas actuales a las que aún nos vemos enfrentadas mujeres cis y mujeres trans y, en ese tenor, sobre cómo se ve desafiada la sociedad en su conjunto. 

Una de las grandes referentes del feminismo, Silvia Federici, filósofa, académica e historiadora, entrevistada por la revista Palabra Pública a través de esta casa de estudios en el 2021, nos advierte como la violencia nos corta la capacidad de vivir. 

Por otra parte, es necesario comprender que la erradicación de las distintas formas de desigualdades implica necesariamente favorecer un tejido social desde una perspectiva más justa, solidaria y respetuosa encaminada hacia un bien común, más allá de las múltiples diferencias existentes. Es decir, posibilita un proceso de confluencia cultural que apunta a mejores condiciones de vida colectiva para quienes componemos este cuerpo social.

la marcha por los derechos de las mujeres se realiza hace mas de 100 años

Por lo anterior cabe preguntarse, ¿Cuáles eran las condiciones históricas y la necesidad de pactar un estatuto simbólico y material de un 8M?, ¿En qué se asemeja con nuestro contexto histórico? y, ¿Cuáles son los desafíos para hoy con respecto a las reivindicaciones de mujeres? 

Son preguntas que exigen un análisis riguroso y que pueden ser abarcables desde distintas veredas y en extenso. No obstante, desde el alcance que permite este documento, podrá referirse un común denominador que de forma muy sucinta y de la mano de los aportes de Silvia Federici, pretenden nombrar el origen de las segregaciones, es decir, explicitar las condiciones materiales e históricas, a objeto de visibilizar sus efectos, pero ante todo, repensar las tareas que tenemos por delante en la construcción de nuestro porvenir, como también de la responsabilidad que tenemos para cimentar una sociedad capaz de hacer frente a las estructuras de poder que oprimen a la humanidad.

8M desde una perspectiva histórico-social

Recogiendo los planteamientos de Federici, el origen de las opresiones de las mujeres y de la sociedad reside en el capitalismo, en tanto, una de sus principales tareas sociales, desde sus comienzos hasta la actualidad, ha sido transformar nuestra energía y nuestras facultades corporales en fuerza de trabajo. Por consiguiente, opera como un sistema de despojo hacia las mujeres al abstrarlas de la acumulación de riquezas tanto respecto de las fuerzas productivas (remuneradas) como reproductivas (impagas como el trabajo doméstico y/o de cuidado),. 

Fueron precisamente las condiciones infrahumanas que las mujeres vivían en las industrias textiles y en las fábricas manufactureras, las extensas y dobles jornadas de trabajo remunerado para tratar de cubrir las necesidades básicas de sus hogares, así como el pago desigual por la misma cantidad de trabajo en relación a los hombres, los abusos sexuales al interior de las casas patronales, el uso de mujeres como productoras de personas esclavizadas, el trabajo de cuidado, etc. 

Es decir, un sistema estructural de despojo y violencia, el que ha conllevado a la necesidad de denunciar las variadas formas de degradación y requerir organizarse entre mujeres para la transformación de los sistemas de explotación.

Manos levantadas en marzo 8M

Como expone Federici, el capitalismo crea no tan solo condiciones materiales precarias sino, instaura un orden de competencia y mecanización. De ahí que se gestan formas de alienación al transformarse las personas en una pieza de un proceso con tareas atomizadas y no en quien decide sobre el proceso propiamente tal. 

Asimismo, la institucionalización de la precariedad intensifica los niveles de miedo, de ansiedad e inseguridad en las personas al promover la competencia, el capacitismo e instaurar la supervivencia en lógicas individualistas. Estos son elementos que podemos seguir apreciando en la actualidad, pero con otras formas de expresión en contextos laborales, académicos y espacios sociales en general. 

El espacio universitario: Una reflexión necesaria

Es dable apreciar como la comunidad universitaria es también un reflejo de este acontecer social de individualismo y de las distintas manifestaciones de violencia de género, para lo cual la política universitaria entre sus distintos estamentos ha comprometido programas y protocolos de prevención del acoso y de las múltiples violencias. Asimismo, la segregación social ha disminuido sus brechas, en tanto, ha sido parte de la política institucional el que la universidad deje de ser un espacio para una élite. Sin embargo, implica también un desafío más global y de responsabilidad social ante las estructuras de poder.   

Es plausible señalar que un sistema que ejerce violencia estructural traducido en las múltiples esferas de la vida, crea malestar subjetivo y colectivo, en términos de las condiciones materiales, de la salud mental, de la devastación de los recursos naturales, el empobrecimiento de las relaciones sociales, la automatización del trabajo, la mecanización y cosificación del cuerpo, el acoso, etc. 

En definitiva, acorde a Federici un problema estructural significa que las condiciones económicas en las cuales la mayoría de las mujeres estamos obligadas a vivir nos sitúan en una posición de vulnerabilidad. Cabe destacar que en lo relacionado a las formas más graves de la violencia de género, desde inicio del 2025 a la fecha existen a nivel país 9 femicidios consumados y 47 femicidios frustrados. (SERNAMEG).

Pancarta con consignas por los derechos de las mujeres

En nuestra casa de estudios un 14,7% las personas entrevistadas, declara haber vivido acoso sexual durante su proceso universitario con una prevalencia en las mujeres, acorde a lo que arrojó el primer estudio sobre acoso sexual realizado en la Universidad de Chile el año 2016. 

En consecuencia, las tareas pendientes, enfatiza Federici, son esencialmente aquello que ha venido articulándose en los movimientos feministas, de mujeres y sectores populares que también hemos podido presenciar en nuestra historia más reciente, requiriéndose del fortalecimiento para:

  • Afianzar la capacidad de organización y de educación no sexista.
  • Reanimar la lucha feminista u otras en pos de la elaboración de estrategias en contra de las diversas formas de deshumanización y devastación de los recursos naturales. 
  • El levantamiento de la valoración material y simbólica del trabajo reproductivo y de cuidado 
  • La concentración de las fuerzas que luchan por un buen vivir y un bien comunitario con horizontes hacia la erradicación de las violencias de género.

Las ideas aquí vertidas son nociones levantadas y trabajadas no meramente por Silvia Federici sino también por variadas autoras del feminismo negro, comunitario, el ecofeminismo  y tantas más, en la emancipación social por erradicar toda forma de violencia de género y toda forma de opresión.

En tal sentido, todas y cada una de las personas y de nosotras mismas, podemos fortalecer día a día desde nuestros propios espacios, nuestras aulas, nuestros territorios, comunidades, hogares, etc, y, desde nuestro quehacer, ese legado que aún no acaba de escribirse, porque no se trata solo de un 8 de marzo, sino de la vida. 

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

  • Federici, S. (2015). Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Ed. Traficantes de Sueños. Madrid, España.  
  • Federici, S. (2022). Ir más allá de la piel. Repensar, rehacer y reivindicar el cuerpo en el capitalismo contemporáneo. Ed. Tinta Limón, Buenos Aires, Argentina. 
  • Perrot, M. (2008). Mi historia de las mujeres. Ed. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, Argentina. 
  • Poo, X. (26 de octubre de 2021). El Cono Sur trae al mundo la lucha de las mujeres. Revista Palabra Pública.
  • Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SERNAMEG) Femicidios. 06 de marzo 2025. https://www.sernameg.gob.cl
  • Universidad de Chile. Dirección de Igualdad de Género.  Acoso en el Campus. El acoso sexual en la Universidad de Chile. Santiago, Chile. 2019.
Karem Maceratta

Autor/a

Karem Maceratta Osorio

Psicóloga Equipo Género DSE

Neurodiversidad

Hablemos del Trastorno del Espectro Autista en Adultos

El TEA es un espectro que se manifiesta de maneras muy distintas en cada individuo. Te invitamos a revisar algunas de ellas…

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo presente en muchos adultos. Conocer cómo se manifiesta es clave para construir una comunidad universitaria inclusiva.

¿Qué es el Trastorno del Espectro Autista?

El TEA es un espectro que se manifiesta de manera muy distinta en cada individuo, impactando en la comunicación, la interacción social y la percepción del entorno. Con el tiempo las personas adultas con TEA suelen desarrollar estrategias para sortear los desafíos que esto puede implicar, sin embargo, pueden enfrentar algunas dificultades. Algunos ejemplos son la preferencia por rutinas rígidas, una gran sensibilidad en los sentidos y dificultades para comprender algunas normas sociales.

Es importante recalcar que el TEA no es una enfermedad. Las personas con esta condición aportan una perspectiva de vida única y tienen los mismos derechos que cualquier otra persona dentro de la sociedad y de la comunidad universitaria.

Manifestaciones del TEA en la adultez

Si bien las manifestaciones del TEA en la adultez son únicas para cada persona, hay algunas que se repiten, dentro de las que podemos encontrar:

  • Dificultades en la comunicación social: puede manifestarse como dificultad para interpretar emociones, lenguaje no verbal y reglas no escritas.
  • Comportamientos repetitivos: la rutina rígida o una fuerte preferencia por ella es común. Los cambios inesperados pueden generar ansiedad.
  • Hipersensibilidad sensorial: algunas personas pueden ser muy sensibles a ruidos fuertes, luces brillantes o ciertas texturas.
  • Intereses intensos: es común que las personas con TEA presenten intereses profundos y específicos, que pueden convertirse en una fuente de gran conocimiento.
  • Dificultades con la interacción social: A veces las situaciones sociales pueden ser agotadoras o confusas, y pueden preferir la tranquilidad o grupos pequeños.

Estas características no son ni exclusivas ni constantes, sino que varían en cada persona, por lo que es importante evitar los estereotipos.

Estrategias de autocuidado para adultos con TEA

Las prácticas de autocuidado pueden apoyar el bienestar físico, mental y emocional de las personas con TEA en el entorno universitario.

Algunas estrategias útiles para adultos con TEA son:

Crear una rutina predecible

Estructurar el día con rutinas predecibles reduce el riesgo de sentir ansiedad. Las aplicaciones de organización y recordatorios pueden ser útiles para planificar actividades académicas y de ocio, evitando la sobrecarga.

Establecer límites sensoriales

Es fundamental identificar los estímulos que provocan incomodidad. En la universidad es más fácil lidiar con la sobrecarga sensorial utilizando herramientas como auriculares para reducir el ruido, gafas de sol y buscar lugares tranquilos.

Dibujo que expresa las distintas manifestaciones del espectro autista

Aplicar ejercicios de relajación

Técnicas como la respiración profunda, el mindfulness y la meditación ayudan a controlar el estrés. Estas prácticas pueden realizarse en cualquier momento para mantener el equilibrio emocional en situaciones de presión académica o social.

Cuidar la salud física

Dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio son componentes esenciales del bienestar. La actividad física puede adaptarse a las preferencias individuales. Caminar o practicar yoga pueden contribuir a mantener el equilibrio emocional.

Desarrollar habilidades sociales de manera progresiva

El desarrollo progresivo de habilidades sociales es útil. Cuando la comunidad involucra a las personas con TEA en entornos pequeños y seguros, facilita la interacción sin que se sientan abrumadas.

Buscar redes de apoyo

Las redes de apoyo son fundamentales para el bienestar emocional. Grupos de amigos, familiares, compañeros de clase y otros recursos universitarios, como servicios de consejería y tutoría, pueden ser de gran apoyo para cualquier estudiante al enfrentarse a las demandas académicas.

Aprender a pedir ayuda

Pedir ayuda cuando se necesita es un acto de autocuidado en sí mismo. La comunidad estudiantil tiene el derecho de solicitar adaptaciones académicas y recursos. 

Pedir apoyo a tiempo puede promover un funcionamiento más independiente y óptimo.

Conclusión

El TEA en adultos es una realidad diversa que debe ser comprendida y respetada dentro de la comunidad universitaria. La inclusión, el respeto a la neurodiversidad y el apoyo adecuado fortalecen a toda la comunidad estudiantil en beneficio de todos. Un entorno de compasión y accesibilidad en todos los niveles no solo beneficia a las personas con TEA, sino también a todos los miembros de la universidad.

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Fuentes: 

Autor/a

Yaritza Alvarado Castillo

Becada Psiquiatría Adultos  – Clínica Psiquiátrica Universitaria UCH

Bienestar y Salud Mental

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Experiencias adversas en la niñez y sus consecuencias en la salud mental

¿Sabías qué las experiencias en la edad temprana pueden influir a lo largo de toda nuestra vida? Te invitamos a revisar algunos conceptos y datos sobre el tema.

¿Te has preguntado qué efectos tienen las experiencias de la infancia en nuestra vida? Diversos estudios han revelado que influyen de forma considerable en la salud mental y física, así como en potenciales comportamientos de riesgo para la salud en la edad adulta. 

Las Experiencias Adversas en la Niñez, ACEs por sus siglas en inglés, han sido reconocidas internacionalmente como una de las fuentes de estrés más frecuentes de la vida temprana. Aunque se trata de una temática ampliamente estudiada, sólo en los últimos años ha sido investigada en Chile. 

¿Qué se considera como experiencias adversas en la niñez?

Es importante aclarar que pueden existir diversas experiencias que pueden calificarse, o no, como adversas o traumáticas considerando la subjetividad de cada quien

Las investigaciones al respecto se han basado en cierto tipo de experiencias estudiadas mediante el instrumento “Adverse Childhood Experiences International Questionnaire [ACE-IQ]”, reconocido por la OMS. Este considera 13 experiencias adversas: 

  • Abuso físico psicológico y sexual
  • Negligencia psicológica y física
  • Violencia contra un miembro del hogar
  • Enfermedad mental dentro de la familia
  • Abuso de sustancias por algún miembro del hogar
  • Encarcelamiento de algún miembro del hogar
  • Separación/ divorcio o ausencia parental
  • Acoso escolar o bullying
  • Violencia comunitaria y violencia colectiva

El acoso o bullying puede presentarse en distintos formatos y etapas de la vida. Te invitamos a revisar nuestro artículo sobre el ciberacoso.

Consecuencias de experiencias tempranas en la salud mental

Estudios a la fecha han dado cuenta del impacto negativo de algunas ACEs en el desarrollo infantil, estableciendo una conexión entre las experiencias tempranas de maltrato, negligencia y disfunciones en el hogar, con la ocurrencia de algunas enfermedades crónicas, trastornos de salud mental y comportamientos de riesgo, los cuales pueden manifestarse durante la adultez.

Con respecto a los trastornos de salud mental, se ha estudiado el desarrollo en la edad adulta de trastornos de depresión, ansiedad (trastorno de pánico, agorafobia, fobia social y ansiedad generalizada), trastornos de personalidad, intentos de suicidio, suicidio consumado, estrés postraumático, poli consumo de sustancias, comportamientos agresivos, entre otros.

recreación de una experiencia adversa en la niñez

Algunos hallazgos interesantes en Chile

En Chile se realizó una investigación utilizando los datos del piloto de la Encuesta Nacional de Adversidad y Abuso sexual en la niñez (2020) del Centro CUIDA de la Universidad Católica, aplicada a una muestra urbana de 200 casos, compuesta por hombres y mujeres.

Este estudio resalta que casi la totalidad de la muestra (88.9%) reporta haber experimentado a lo menos 1 experiencia adversa en la niñez y que más de la mitad de la muestra (54.6%) reporta haber experimentado 4 o más ACEs. 

Con respecto a la prevalencia de experiencias adversas según sexo, no se registran diferencias significativas entre hombres y mujeres, hallando que el 50.8% de los hombres y el 56.4% de las mujeres reporta haber experimentado 4 o más ACEs. La de mayor prevalencia es la violencia comunitaria, es decir, verse expuesto o ser testigo de situaciones de violencia como robos, asaltos y/o ataques.

La correlación entre la cantidad de experiencias adversas tempranas y la cantidad de consecuencias reportadas a lo largo de la vida (problemas de salud mental, consumo de alcohol y sustancias, comportamientos delictuales y violencia intrafamiliar) son significativas tanto para hombres como para mujeres. Esto quiere decir que entre más experiencias adversas vivenciadas en la niñez, se observan más problemas de salud en etapas posteriores.

Además, se destaca que las ACEs tienen un efecto predictor sobre los problemas de salud mental, los problemas de consumo de alcohol y sustancias, los comportamientos delictuales y en las experiencias de violencia intrafamiliar, observando diferencias en hombres y mujeres. Ahora, ¿Cómo es que se da esto?

Foto de niño escondido entre cojines

Efecto predictor de las experiencias adversas en la niñez

El efecto predictor da cuenta de que, por cada experiencia adversa en la niñez, aumenta en un 27% la cantidad de problemas de salud mental en hombres a lo largo de la vida. En el caso de las mujeres, por cada experiencia adversa en la niñez aumenta en un 22% la cantidad de problemas de salud mental a lo largo de la vida. Esto quiere decir que, según la muestra chilena, las experiencias adversas tempranas predicen una mayor ocurrencia de consecuencias a nivel de salud mental en hombres que en mujeres.

En cuanto a los Problemas de consumo, en el caso de los hombres, por cada experiencia adversa temprana, aumenta en un 15% la cantidad de problemas de consumo. Mientras que en el caso de las mujeres aumenta en un 21%. Este apartado llama la atención, pues hoy enfrentamos el desafío de abordar el consumo de sustancias en nuestra comunidad universitaria.

En cuanto a los Comportamientos delictuales, por cada experiencia adversa en la niñez aumenta en un 18% la cantidad de comportamientos delictuales en hombres a lo largo de la vida. Mientras que en las mujeres, por cada experiencia adversa en la ñiñez se incrementa en un 24% la cantidad de comportamientos delictuales. Esto quiere decir que las experiencias adversas tempranas pueden predecir en mayor porcentaje los comportamientos delictuales y de consumo en mujeres que en hombres. 

Por último, el modelo de violencia intrafamiliar indica que al aumentar las experiencias adversas en la niñez aumenta en un 59% la probabilidad de ocurrencia de violencia intrafamiliar en el caso de los hombres. Mientras que, en el caso de las mujeres, al aumentar las experiencias adversas en la niñez se incrementa solo en un 28% la probabilidad de ocurrencia de violencia familiar a lo largo de la vida.

¿Qué nos queda por hacer?

Los hallazgos dan cuenta que las experiencias adversas en la niñez son una de las fuentes de estrés con mayor prevalencia en nuestro país. La presencia de estos factores de estrés pueden predecir la ocurrencia de diferentes consecuencias a nivel de salud a lo largo de la vida. 

Esto produciría la mayor ocurrencia de problemas de salud mental y de violencia intrafamiliar en hombres y, a su vez, explicaría el mayor aumento de problemas de consumo y comportamientos delictuales en mujeres respecto a hombres. Además, podría sugerir que existen otros factores intervinientes y moderadores que pueden explicar el desarrollo de consecuencias para la salud mental (como factores de predisposición, diferencias individuales y culturales, gatillantes y experiencias tardías, factores de riesgo y protectores; como por ejemplo experiencias reparatorias). 

Si bien hace falta mayor investigación acerca de esta temática en Chile, es importante atender la necesidad de prevenir la ocurrencia de estos estresores, así como también desarrollar intervenciones psicoterapéuticas oportunas, cuyos modelos consideren la gran prevalencia de estos y las consecuencias que pueden tener a lo largo de toda la vida, para así reducir el efecto negativo que puedan tener para cada persona.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Sofía Ramírez Labbé

Psicóloga Clínica DSE

Sexualidad y Afectividad

¿De qué hablamos cuando hablamos de consentimiento sexual?

Entender el consentimiento es fundamental para vivir nuestra sexualidad de forma segura. Te invitamos a revisar algunos conceptos importantes para disfrutar de manera libre e informada.

El consentimiento sexual es una herramienta que nos permite vivir nuestra sexualidad de manera libre, informada y deseada. La comunicación con el otro es esencial para mantener un ambiente relajado y entusiasta. Por el contrario, aquellas actividades sexuales donde no se da consentimiento podrían ser consideradas acoso sexual, abuso sexual o violación. Según la ONG Planned Parenthood, existen 5 pilares que debemos tener en cuenta para garantizar el consentimiento sexual:

El consentimiento se da de forma libre

El consentimiento siempre se da libre de influencias y presiones. Esto considera nuestra capacidad de estar conscientes en un momento dado, por ejemplo, sin mediar el consumo de alcohol o drogas, pero también implica que si accedo ante la insistencia de la otra persona, no estoy aceptando libremente, por ende no hay consentimiento.

Si bien muchas veces podemos creer que fue poco el alcohol consumido, no podemos garantizar que la persona se encuentre totalmente lúcida. La capacidad de lucidez podría verse afectada por ejemplo al beber alcohol y consumir ciertos medicamentos, dando una falsa sensación de control, cuando realmente la persona no está consciente.

El consentimiento es entusiasta

Cuando hablamos de consentimiento, no se trata de realizar lo que los demás esperan de ti, sino que de disfrutar, ya sea contigo mismo/a o con otros/as. La sexualidad es una invitación a pasarlo bien de manera responsable, no es una obligación con un otro/a.

El consentimiento es específico

Que hayas dado consentimiento a una actividad en específico no significa que accedes a todo. Por ejemplo, si estás besándote o tocándote con alguien, no implica que estés aceptando otras actividades. 

El consentimiento es reversible

Cualquier persona puede cambiar de opinión sobre lo que quiere hacer, en cualquier momento, incluso si ya lo había hecho antes. Por ejemplo, si anteriormente mantuviste relaciones anales, no significa que deba darse por hecho que siempre lo harás. Esto también aplica si es que habían conversado lo que se iba a hacer o incluso si pagaron un lugar para concretarlo, siempre se puede cambiar de opinión y esto es legítimo.

El consentimiento es informado

Solo puedes dar tu consentimiento cuando tienes toda la información necesaria. Esto implica estar en conocimiento de la edad de la otra persona, del uso de métodos anticonceptivos, y todas aquellas cosas que para ambos sean necesarias conocer al momento de entablar un espacio de confianza.

Ilustración consentimiento sexual

Legislación chilena

Otro factor a considerar al hablar de consentimiento es la manera en que el concepto se entiende en la legislación chilena. En ella se expresa que las personas estamos en la capacidad de dar consentimiento sexual desde los 14 años, siempre y cuando la relación esté libre de estupro. 

Se entiende por estupro cuando alguien entre 14 y 18 años tiene relaciones con una persona mayor de edad, pudiendo existir una relación de poder y dependencia. Esto significa que no toda relación con alguien mayor es ilegal, pero sí debemos ser conscientes de que las grandes diferencias de edad podrían implicar una situación de asimetría de poder, la cual muchas veces se relaciona a lo económico.

Por otra parte, se establece que las personas menores de 14 años no dan consentimiento. La única excepción es si la diferencia de edad no es mayor a 2 años y se menciona consentimiento, en este caso no existe una pena jurídica pero, de todos modos, la recomendación es no iniciar la vida sexual antes de los 14 años, para favorecer la madurez mental.

Siguiendo estas distintas consideraciones podrás comprender el consentimiento, ya no como una restricción, sino como una invitación a pasarlo bien de manera responsable. 

Recuerda que cuando hablamos de consentimiento no se trata de la ausencia de un no, sino la presencia de un sí entusiasta.

“El contenido expuesto se proporciona sólo con fines informativos y no constituye consejo médico o de tratamiento. Si tú u otra persona que conoces presenta dificultades de salud mental, es importante solicitar ayuda. Encuentra información en la sección: Canales de Ayuda de nuestra plataforma”.

Fuentes: 

Autor/a

Valeria Fabres Sfeir

Psicóloga de la Oficina de Género y Diversidades de Campus Sur

Actividad Presencial

VI Feria Campus Eloísa Díaz

Miércoles 4, jueves 5 y viernes 6 de diciembre
De 11:00 a 15:00 horas. Participa!

Entramos en la cuenta regresiva para la nueva versión de un evento que nos une en comunidad para promover y cuidar la salud de toda la comunidad universitaria.

Durante tres días te invitamos a asistir y participar de actividades en distintos puntos del Campus Eloísa Díaz. Encontrarás stands de organizaciones universitarias, unidades de salud y bienestar, e instituciones invitadas.

¡Intervenciones educativas, informativas e interactivas en torno a diversos aspectos de nuestra salud, abordando el bienestar de manera integral!

¿Para quién?

Dirigido a estudiantes de la Universidad de Chile.

¿Cuándo?

🗓️ 4, 5 y 6 de diciembre, 2024

⏰ Entre 11:00 y 15:00 hrs.

¿Dónde?

Campus Eloísa Díaz

📍 Miércoles 4: Facultad de Medicina
📍 Jueves 5: Frontis del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH)
📍 Viernes 6: Facultad de Cs. Químicas y Farmacéuticas + Facultad de Odontología

Invita

Dirección de Salud Estudiantil

Actividad Presencial

Feria Comunidad Saludable FaCiQyF

Martes 5 de noviembre
De 12:00 a 15:00 horas. Participa!

Feria de Salud donde podrás acceder a información y actividades educativas de diversas áreas de salud integral.

Participan: equipos de Salud Estudiantil, Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), organizaciones invitadas.

¿Para quién?

Dirigido a estudiantes de la Universidad de Chile.

¿Cuándo?

Martes 5 de noviembre de 2024

Entre las 12:00 y 15:00 horas

¿Dónde?

Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas

Dr. Carlos Lorca Tobar 964, Independencia.

Entre CeAp y Aulario de la facultad

Invita

Dirección de Salud Estudiantil

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2023, Universidad de Chile