El consumo de alcohol está bastante normalizado, pero puede volverse riesgoso mucho antes de notarlo. Hablemos de sus riesgos y alertas.
El alcohol es una de las sustancias más utilizadas en Chile, con altas tasas entre la población de jóvenes y estudiantes universitarios. Aunque su consumo suele estar normalizado en espacios sociales o celebraciones, no siempre se dimensionan los riesgos asociados.
Hablar de consumo problemático no significa que toda ingesta sea peligrosa, sino que hay situaciones en que el alcohol deja de ser un acompañante social y comienza a generar consecuencias negativas, ya sea en la salud, en las relaciones personales o en el bienestar general. Esto incluye:
- Problemas familiares o sociales, por ejemplo, divorcios, pérdida de trabajos, problemas económicos, etc.
- Accidentes no fatales o directamente fatales, por ejemplo, accidentes de auto, caídas, episodios de violencia, etc.
- Problemas de salud mental, por ejemplo, depresión, ansiedad, problemas para dormir, etc.
- Problemas de salud general asociados, por ejemplo, cáncer, problemas en el hígado, cardíacos, úlceras estomacales, etc.
Puedes ahondar sobre este apartado en nuestro artículo sobre salud mental y consumo de sustancias.

Tipos de consumo problemático de alcohol
Según consideraciones y clasificaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS), se considera que una persona tiene un problema en el uso del alcohol si se encuentra dentro de las siguientes categorías:
- Consumo de riesgo: se refiere al consumo de alcohol que aumenta el riesgo de las consecuencias adversas. La OMS lo describe como el consumo diario de alcohol de entre 20 a 40 grs para las mujeres, y de 40 a 60 gramos para los hombres.
Los gramos de alcohol en una bebida alcohólica varían por país. Por ejemplo, en Chile, se ha estimado que en promedio una bebida tiene alrededor de 15 grs.
- Consumo perjudicial: se refiere al consumo regular de alcohol que se asocia a consecuencias negativas para la salud de las personas.
La OMS establece el consumo perjudicial de 40 grs al día para las mujeres y 60 grs al día para los hombres.
- Dependencia al alcohol: La dependencia es el conjunto de fenómenos del comportamiento, cognitivos y fisiológicos que pueden desarrollarse tras el consumo repetido de una sustancia (por ejemplo, reacción de abstinencia física en ausencia de la sustancia).
La dependencia al alcohol está tipificada en el manual de Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE). El diagnóstico de dependencia a una sustancia (puede ser alcohol u otra sustancia) requiere de tres o más de los criterios ahí especificados, mirados en el plazo de un año.

Es importante tener en cuenta que existen diferentes formas de consumo de alcohol, sin embargo, la persistencia del hábito de consumo aumenta los riesgos de consecuencias adversas para la salud, por lo que es importante reconocer los signos de un consumo de riesgo.
¿Quieres evaluar si tu consumo de alcohol es de riesgo?
Puedes contestar el siguiente cuestionario breve que pertenece al Test de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol (AUDIT, por sus siglas en inglés), validado para población chilena y recomendado por el Ministerio de Salud de Chile.
Las preguntas se refieren a tu consumo en el último año y cada alternativa de respuesta tiene un puntaje asignado que te permitirá un primer acercamiento a tu tipo de consumo. Según tu respuesta se desplegarán nuevas preguntas y, al final, recomendaciones y la posibilidad de recibir guía o atención.
Al responder ten presente que “1 TRAGO” equivale aproximadamente a una lata de cerveza (300 cc), una copa de vino (150 cc) un combinado suave (45 cc de destilado).
Algunas recomendaciones
Si tienes la intención o si una persona te solicita ayuda para disminuir o dejar el consumo de alcohol es importante identificar las situaciones en las que es más probable que se beba y evitarlas, de ser posible. La red social donde se encuentra inserta la persona puede ser clave para comprender su consumo.
Es importante detectar eventuales apoyos en la familia o grupos de pertenencia, e incluirlos en el abordaje. Alentar a la persona a comunicarse con quienes apoyen sus esfuerzos para cambiar sus conductas con el alcohol puede ser clave, así como considerar que no todos sus cercanos apoyarán el cambio de comportamiento respecto al consumo de alcohol.
Algunas recomendaciones para disminuir los riesgos asociados al consumo son:
- Beber máximo 2 tragos en el mismo día.
- Dejar al menos 2 días de la semana sin beber alcohol.
- Beber con calma, lentamente, de manera relajada.
- No beber más de 1 trago cada una hora y media.
- Comer siempre, antes y mientras se bebe.
- Tomar bebidas sin alcohol entre un trago y otro.
- Evitar tener siempre el vaso en la mano; si es seguro, déjalo en la mesa entre sorbo y sorbo.
- No beber durante el embarazo, amamantamiento o si vas a conducir vehículos.
Si sientes que no es posible iniciar el cambio de forma propia, la ayuda de un profesional de la salud puede ser necesaria.
Puedes acceder a orientación llamando al Fono Drogas 1412 o en el centro de salud más cercano.