Un plan de seguridad ayuda a identificar señales de riesgo suicida y definir pasos para mantenerse a salvo. Descubramos en qué consiste
Tener pensamientos de muerte puede ser abrumador y generar un estado emocional de mucho sufrimiento. La persona que los vive puede sentir que no tiene cómo manejar esta situación que pone en riesgo su vida.
En los momentos en que aparecen estas ideas o una crisis, es de gran ayuda contar con un plan de seguridad personal, que oriente sobre qué hacer cuando estos pensamientos se hacen presentes.
Se trata de un conjunto escrito de instrucciones, creado generalmente junto a un profesional de la salud mental, como una guía de contingencia frente a la aparición de pensamientos sobre hacerse daño. Su propósito es identificar factores de riesgo y señales de activación de ideación suicida, definiendo acciones que ayuden a proteger la vida y alejarse del riesgo.

Este plan contiene una serie de pasos organizados de manera progresiva, que la persona sigue uno a uno hasta estar a salvo.
Para comprender mejor este tema, también es importante aclarar ideas erróneas. Te invitamos a revisar nuestro artículo sobre los mitos y realidades del suicidio, donde abordamos creencias frecuentes que pueden dificultar la búsqueda de ayuda.
¿Qué incluye un plan de seguridad para prevenir el suicidio?
Un plan de seguridad frente a situaciones de riesgo suicida contempla distintos elementos que ayudan a reconocer señales de alerta, organizar recursos de apoyo y definir acciones concretas para proteger la vida. Revisemos sus componentes principales:
1. Síntomas de alarma
Se trata de identificar los síntomas que indican la entrada a un estado emocional de riesgo. Cada persona presenta señales particulares, por lo que reconocer las propias permite solicitar ayuda y recibir el apoyo necesario.
Una manera de identificar los síntomas de alarma es preguntarse: ¿qué se experimenta cuando aparecen pensamientos sobre el suicidio o una angustia intensa?”
2. Razones para vivir
Ante la presencia de pensamientos de muerte es común sentirse confundido o angustiado. Registrar por escrito las razones para vivir —incluyendo aquello que genera felicidad, las personas queridas y los proyectos importantes— ayuda a mantener el foco. Pueden ser cosas grandes o pequeñas, en definitiva, todo aquello importante en tu vida.
3. Mantener un espacio seguro
Es muy importante contar con un entorno seguro en el que no estén al alcance elementos con los que se pueda hacer daño.
Es recomendable escribir cuáles son estos elementos y espacios que se deben evitar para mantenerse a salvo, por ejemplo, mantener los fármacos fuera de alcance o retirar objetos peligrosos del hogar. También es útil identificar situaciones o personas cuya compañía pueda aumentar el riesgo, como personas que consuman alcohol en exceso o que puedan conducirte a situaciones potencialmente peligrosas.
4. Cosas que se pueden hacer por uno mismo
Durante los momentos de impulso de autolesión o pensamientos suicidas, es importante recordar que este impulso pasa. Mientras tanto, es recomendable realizar actividades que te ayuden a mantenerte a salvo y alejar los pensamientos dañinos. Puedes escribir una lista con todas aquellas acciones que puedan distraer la mente y brindar alivio, como escuchar música, leer, pasear a una mascota, hacer ejercicio u otras actividades que resulten reconfortantes.
5. Personas que pueden apoyar y contactos de ayuda
Un plan de seguridad debe incluir personas de confianza a las que se pueda recurrir para recibir apoyo emocional. También conviene listar lugares en los que sientas comodidad y seguridad al visitar, como casas de familiares, amigos, cafeterías o parques.
Además, es importante tener a mano los contactos de personas a las que se pueda llamar en caso de necesitar ayuda inmediata, incluyendo familiares, amistades o profesionales de confianza.
6. Ayuda profesional
Si se está atravesando una situación de riesgo suicida o identificas pensamientos suicidas, recuerda que siempre existe ayuda profesional disponible. Es recomendable registrar el contacto de un profesional de referencia y, en caso de crisis, recurrir a líneas de prevención del suicidio o a servicios de urgencia especializados.
Recuerda que si tú o un cercano/a esta pasando por una crisis, puedes comunicarte a la Línea de Prevención del Suicidio

Es completamente gratis y se encuentra disponible 24/7
También puedes comunicarte con Salud Responde al 600 360 7777 – Marcando la opción 2 podrás hablar con psicólogos/as que entregan orientación y apoyo ante cualquier problema o crisis de salud mental. Atiende de lunes a viernes de 8:30 a 20:30 horas.
Te recordamos que el servicio de atención de urgencia con atención de especialidad de salud mental durante las 24 horas es el Instituto Psiquiátrico Horwitz, ubicado en Avenida Olivos #837, Recoleta.
También recomendamos revisar nuestra sección de emergencias de salud mental, donde encontrarás información práctica y redes de apoyo disponibles.
La prevención del suicidio es posible y requiere del compromiso de toda la comunidad. Si quieres profundizar en este enfoque, te recomendamos leer nuestro artículo Es posible prevenir el suicidio, donde encontrarás más información y estrategias de cuidado colectivo.