Discriminación, vínculos y entornos seguros: Entiende cómo estos factores impactan la salud mental de las juventudes LGBTQ+ en Chile.
En Chile, las adolescencias son el grupo etario que mayormente se identifica como parte de la diversidad sexogenérica. Según la Encuesta Nacional de Juventudes (ENJUV) 2022, 1 de cada 5 adolescentes entre 15 y 19 años se reconoce como LGBTQ+ – cifra que disminuye en las generaciones mayores.
Esta cifra da cuenta de un cambio cultural importante: las generaciones recientes se sienten más libres de expresarse e identificarse como pertenecientes a la diversidad sexual y de género.
Sin embargo, esta visibilización también trae consigo desafíos. Las juventudes LGBTQ+ siguen enfrentando discriminación, rechazo y múltiples formas de violencia que afectan directamente su salud mental y su bienestar.
La salud mental en juventudes LGBTQ+: cifras de un desafío urgente
A partir de la ENJUV 2022, se estima que el 76,3% de las juventudes LGBTQ+ entre 15 y 29 años reporta sintomatología ansiosa o depresiva, cifra muy superior al 56,4% de sus pares heterosexuales cisgénero. La situación es aún más crítica en la adolescencia: 4 de cada 5 jóvenes LGBTQ+ de 15 a 19 años presentan malestar psicológico en algún grado.
Estas cifras no pueden entenderse de manera aislada. El bienestar de las juventudes está estrechamente vinculado a los entornos donde se desarrollan: familia, escuela, amistades, vínculos sexoafectivos y comunidades.
Cuando estos espacios son inseguros o discriminatorios, se convierten en factores de riesgo que intensifican el malestar. Y, tal como lo demuestra la encuesta, la violencia psicológica en el hogar afecta a 2 de cada 5 juventudes LGBTQ+, mientras que los espacios de estudios se configuran como el principal espacio de violencia física.
Vínculos afectivos y entornos seguros
A pesar de estas dificultades, la evidencia demuestra que los vínculos afectivos —familia, amistades y relaciones de pareja— son centrales para el bienestar subjetivo de las juventudes. Cuando estos lazos son respetuosos y afirmativos, se transforman en factores protectores frente al malestar psicológico, reduciendo riesgos como la ansiedad, la depresión y la suicidalidad.
Si quieres saber cómo identificar el riesgo suicida y cómo elaborar un plan de seguridad, te invitamos a leer nuestro artículo sobre el tema.
La relevancia de estos vínculos no es solo un reconocimiento teórico: las juventudes los mencionan constantemente cuando buscan apoyo. En el marco del Programa Hora Segura de Fundación Todo Mejora —una aplicación móvil gratuita de orientación y contención a juventudes LGBTIQA+, se identificó que la familia y las amistades son las principales fuentes de apoyo emocional, seguidas de las relaciones sexoafectivas (24,4%).

A través de los testimonios recogidos, se profundizó en cómo estos entornos influyen directamente en la salud mental, mostrando dinámicas únicas y muchas veces invisibilizadas que atraviesan a las juventudes con orientaciones sexoafectivas e identidades de género diversas.
Hacia entornos protectores: Estrategias para la promoción de la salud mental
La centralidad de los vínculos en la vida de las juventudes LGBTIQA+ muestra que el bienestar no depende únicamente de factores individuales, sino también de los entornos que habitan día a día. Cuando familia, escuela y comunidad fallan en entregar apoyo, las consecuencias en salud mental se vuelven evidentes. Por ello, promover entornos protectores y prevenir la violencia se transforma en una tarea urgente y colectiva.
En este marco, resulta fundamental avanzar en:
- Impulsar la educación sexual integral, libre de estigmas y con enfoque de derechos, que permita a todas las personas conocer, ejercer y proteger sus derechos sexuales.
- Fortalecer el apoyo familiar, para que las personas adultas cuidadoras tengan facilidad de obtener información fidedigna que contribuya a la crianza, para que se transformen en espacios protectores en lugar de entornos de violencia.
- Capacitar a profesionales de la salud y la educación en diversidad sexogenérica y salud mental, desde un enfoque culturalmente competente.
- Ampliar los programas de contención emocional, como Hora Segura, que brindan acompañamiento gratuito y confidencial a niñeces, adolescencias y juventudes LGBTQ+.
La salud mental como un derecho inseparable
Conmemorar el Día Internacional por los Derechos Sexuales y Reproductivos significa también reconocer que la salud mental forma parte inseparable de estos derechos. Los datos son claros: aún persisten brechas significativas en el bienestar de las juventudes LGBTIQA+, que se agudizan cuando sus entornos se vuelven espacios de discriminación o violencia.
Frente a este panorama, la transformación de dichos entornos en espacios seguros y afirmativos no es solo una necesidad, sino una responsabilidad colectiva. Avanzar hacia hogares que acompañen, escuelas que eduquen en diversidad y comunidades que abracen la diferencia es clave para que las juventudes crezcan con dignidad y bienestar.
Porque cuando existen entornos que cuidan, políticas que protegen y comunidades que acompañan, Todo Mejora.