El programa es resultado del trabajo en conjunto entre la Dirección de Salud Estudiantil y el Departamento de Pregrado de la Universidad de Chile.
El pasado jueves 21 de marzo comenzó el Curso de Formación General (CFG) “Autocuidado y promoción de la salud mental entre pares en el contexto universitario”, a cargo de Irma Ahumada, psicóloga y coordinadora de acciones comunitarias en la Dirección de Salud Estudiantil (DSE), y Karla Reyes, coordinadora del Programa de Consejería y Orientación al Estudiante de Aprendizaje U. Chile.
La asignatura forma parte del plan institucional para avanzar hacia un abordaje integral de la salud mental estudiantil, problemática que ha cobrado relevancia a nivel país en los últimos años, motivando respuestas desde distintos espacios y dónde involucrar a las comunidades aparece como un factor fundamental..
Estudiantes de distintas facultades de la Universidad de Chile se inscribieron y llegaron a la sala Enrique Sazié de Casa Central para participar del inició del curso, que contó con la exposición de Viviana Guajardo, psiquiatra encargada del plan de salud mental en la facultad de medicina. La profesional abordó conceptos introductorios sobre la salud mental y su importancia en la adultez emergente. En esa línea, durante el semestre las clases contarán con actividades interactivas y la exposición de distintos expertos/as en la temática.
Reyes comentó sobre esto que “dentro de sus factores protectores, la universidad tiene una red de recursos, soporte y personas que aportan en sus contextos locales. Quisimos traer parte de eso a este curso, invitando a profesionales de distintas unidades y facultades que, con sus conocimientos y metodologías, permitan que este sea un espacio de aprendizaje diverso, que se construyan conocimientos en red y de forma colaborativa”.
Autocuidado como parte de la formación
Si bien ambas unidades involucradas en el diseño de la instancia llevan tiempo realizando actividades y acciones para el cuidado de la comunidad estudiantil, es primera vez que un curso de estas características es parte del plan de formación académica, entregando créditos que aportan en el avance curricular.
Ahumada opinó que “la existencia del curso es un avance para generar instancias de educación donde se promueva el bienestar de los y las estudiantes. Hemos diseñado este espacio pensando no solo en que puedan entender sobre teoría de salud mental, sino en que sea también un espacio semanal para el cuidado propio, que sea experiencial y un aporte para su proceso educativo”.
Reyes complementó esto diciendo que “el cuidado de la salud mental y la promoción del bienestar es algo que siempre ha estado fuera del currículum y de la sala de clases. Hacer este curso es un gran avance porque nos permite ir entrando en la experiencia formativa del estudiante”. A esto sumó que “es un acierto que en él trabajemos dos vicerrectorías de la universidad; por una parte la DSE, que en teoría recibe el mandato social de tomar estos temas y, por otra, el Departamento de Pregrado, que tiene la expertiz para generar procesos de enseñanza-aprendizaje que sean efectivos en contextos educativos. Esa sinergia entre el “saber que es lo que hay que hacer” y el “saber cómo hacerlo”, es lo que permite que este CFG suponga un desarrollo conceptual respecto al fenómeno de la salud mental pero, a la vez, el desarrollo de habilidades y adquisición de herramientas para el cuidado de las comunidades”.
La experiencia es fundamental
La importancia de los vínculos es uno de los puntos relevantes que aborda este curso. Favorecer los espacios de conversación y apoyo, además del intercambio de visiones y experiencias que se viven en el día a día durante el periodo educativo son percibidos como algo fundamental por las encargadas del programa, sobre todo pensando en la formación de futuros profesionales y personas integrales, en la línea con los valores que promueve la U. de Chile.
Para Ahumada “disponer de espacios donde podamos vincularnos y colaborar con otros, tener noción de la diversidad de miradas y experiencias de las distintas carreras y orígenes de las personas es muy enriquecedor. El solo hecho de abrir este espacio de encuentro es favorecedor para el bienestar de la comunidad estudiantil” opina.
Así también lo destacan estudiantes asistentes a la primera sesión. Laura Molina, quien ingresó a primer año de derecho, comentó sobre su motivación a tomar el curso que “sé que mi carrera tiene mucha carga e incidencia en problemas de salud mental. El curso me llamó la atención porque me gustaría averiguar formas de controlar mi ansiedad, mis horarios y cuidados de mi espacio personal”. A esto sumó que “me gustó que la primera clase fuera dinámica, que pudiéramos conversar distintas opiniones y que seamos personas de distintas carreras, eso nos permite comparar diversas experiencias universitarias”.
Natalia Astudillo, estudiante de cuarto año de diseño, comentó que “me llamó la atención que sea un enfoque de cuidado entre pares, para entender de mejor forma cómo aplicar eso en mi carrera, entender a las personas y usarlo en mi área profesional. Además, coincido con la importancia de que sean distintas carreras, años y tipos de personas. Así uno aprende con lo didáctico de la clase a echar abajo los estigmas de conocer a alguien por primera vez, lo que ayuda a la evolución personal”.
Las clases de este Curso de Formación General se realizan de manera presencial cada jueves. El equipo organizador espera que su buena recepción permita establecerlo como una oferta disponible cada año.
A su vez, el equipo de la DSE ya prepara la realización de otro CFG para el segundo semestre. Se trata de la segunda versión de “Prevención de drogas y proyecto de vida” curso desarrollado gracias un convenio de colaboración de la DSE junto al Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH) y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de Drogas y Alcohol (SENDA).