A la actividad asistieron autoridades del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol y de las universidades que integran el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECh), además de estudiantes de diversas instituciones de educación superior. El documento, fruto de quince años de trabajo conjunto, se pondrá a disposición de los centros educativos con el propósito de contribuir al abordaje del consumo de sustancias y mejorar la calidad de vida estudiantil.
Este jueves 24 de agosto, en la Sala Ignacio Domeyko de la Casa Central de la Universidad de Chile, se realizó la ceremonia de presentación del Modelo culturas preventivas para la vida estudiantil. El evento fue encabezado por autoridades del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECh) y del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), organismos encargados de su elaboración.
Pierina Penna, directora de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Valparaíso, inició la jornada destacando la evolución de esta alianza entre la red de universidades públicas y el servicio estatal, una colaboración que se ha extendido por cerca de 15 años. Luego, Josiane Bonnefoy Muñoz, vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de la Universidad de Chile, subió al estrado en representación de la Rectora Rosa Devés para dar la bienvenida como anfitriones del evento. “Es un tema que afecta e interesa a todos los actores involucrados en la comunidad estudiantil. La U. de Chile está comprometida con la salud y el bienestar de sus estudiantes, por eso queremos ser parte de la conversación y aportar desde nuestros saberes, con nuestros profesionales, y desde las experiencias de nuestros estudiantes para consolidar este modelo y seguir avanzando en el trabajo en conjunto”, expuso.
Posteriormente, Osvaldo Corrales, presidente del CUECh y Rector de la Universidad de Valparaíso, enfatizó que “esta acción responde a nuestro deber de contribuir al desarrollo de nuestra sociedad y particularmente de nuestras y nuestros estudiantes. Sabemos que el consumo de sustancias que pueden desarrollar adicción es algo de lo que nadie está exento y que, en el caso de los y las estudiantes, puede tener efectos muy negativos en sus vidas y trayectorias educativas”.
Sobre el aporte del modelo, el Rector Corrales destacó la experiencia de las distintas casas de estudios buscando dar respuesta al problema en sus territorios y contextos propios, lo que sumado al trabajo interdisciplinario y en red permitió la elaboración de “un modelo orientado a convertirse en una herramienta de trabajo que proporcione una batería técnica en la materia y que dote a las instituciones de una mayor capacidad para anticiparse a las dificultades, generando acciones atingentes y oportunas”.
Modelo preventivo como guía
Comparado con otros países de la región, Chile presenta uno de los índices más altos en consumo de sustancias, dónde la población joven es el principal grupo afectado. En este contexto, se materializó la creación de un modelo preventivo que busca sistematizar y compartir los conocimientos reunidos mediante años de trabajo coordinado entre profesionales involucrados directamente en la atención de estudiantes y que, durante este periodo, han desarrollado estrategias para evitar, retardar y disminuir los riesgos en las comunidades, privilegiando el fortalecimiento de los factores protectores en los distintos ámbitos de la vida del estudiantil.
Al respecto, Daniela Harris, de la Universidad Tecnológica Metropolitana y en representación de la Red de Fortalecimiento de la Vida Estudiantil, destacó que “esta propuesta no es un manual de procedimientos estrictos, por el contrario, el trabajo nacional y en red nos llama a respetar la historia de cada institución, la singularidad del perfil de ingreso, las distintas problemáticas sociales determinadas por el territorio donde la universidad está inserta y la manera en que esa comunidad defina el problema a resolver”. Junto a lo anterior, agregó que “las orientaciones técnicas para la implementación del modelo fomentan el involucramiento efectivo de toda la comunidad educativa, de todos los actores de la sociedad civil y organismos del estado”.
El contenido del documento fue detallado por Luz María Muñoz Castillo, directora de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Arturo Prat, y Lorena Contreras, psicóloga experta en consumo y con larga experiencia en el diseño de estrategias de prevención en centros de educación superior.
Dentro de los lineamientos y objetivos que se proponen en el documento, Muñoz planteó que “necesitamos preocuparnos del brazo de promoción, prevención y detección temprana. Dentro de los objetivos, buscamos acordar un marco interpretativo común sobre la concepción del tránsito del estudiante por la universidad, caracterizar factores de riesgo y promover su observación constante”. Por su parte, Contreras destacó algunas claves de acción propuestas en el modelo, como la necesidad de actualizar constantemente la caracterización de los estudiantes, para lo que es necesario “realizar diagnósticos institucionales, diseñar e implementar políticas y protocolos de detección temprana, incorporar estrategias de prevención basadas en la evidencia y rescatar la experiencia de cada territorio y de estos 15 años de trabajo”.
Para finalizar, Natalia Riffo, directora nacional de SENDA, destacó la importancia de este trabajo como hito de una colaboración que se ha extendido por más de una década, y que ha trascendido a los proyectos de los distintos gobiernos. “Hoy estamos entregando orientaciones. Ahora viene el trabajo de cada universidad para darle pertinencia territorial, no solo desde la institución, sino que también en los territorios que habitan las y los alumnos. La comunidad es el factor protector más importante al hablar de promoción, prevención y recuperación, donde pondremos a disposición la oferta de SENDA para acompañar esas trayectorias educativas y de vida”, declaró.
Difusión y aplicación del modelo
Si bien el modelo fue generado gracias al esfuerzo y coordinación de las universidades del Estado, se espera que se ponga a disposición y sirva como guía para otras instituciones de educación superior a nivel país. El hito también contó con la asistencia de estudiantes, entre ellos, el grupo Vivo UV de la Universidad de Valparaíso, que aborda el consumo problemático en la institución. Posterior al lanzamiento, Camila Gómez, estudiante de trabajo social y representante del organismo, declaró que “nos parece una iniciativa pertinente. En nuestras acciones vemos que los jóvenes se interesan en el consumo, pero no saben cómo abordarlo ni regularlo. Por ejemplo, vemos que muchas personas no saben que tienen un problema y este modelo permite acercar la temática a las y los estudiantes”.
La directora del SENDA también sumó palabras al cierre: “Valoramos el tremendo trabajo del CUECh para mirar las comunidades educativas como un factor protector, para generar orientaciones que permitan generar planes de culturas preventivas para abordar el consumo problemático en las universidades. Desde SENDA, apoyamos ese trabajo de larga data. Recibir estas orientaciones es muy potente pensando en seguir trabajando en torno a la prevención” cerró Riffo.
El documento será puesto a disposición de las casas de estudio que componen la red de universidades públicas y se espera que sirva como base para avanzar en el desarrollo institucional de planes de acción al respecto. A su vez, la mesa de colaboración entre CUECh y SENDA seguirá trabajando para apuntar al desarrollo de políticas públicas que marquen lineamientos nacionales para afrontar este problema.